Juntos es mejor: Busquemos a Dios en comunidadMuestra

Perseguir a Dios diligentemente.

Solos, podemos hacer tan poco, juntos podemos hacer tanto — Helen Keller

La historia del hombre paralítico en Lucas capítulo 5 es extraordinaria. Jesús habló las palabras "levántate, toma tu lecho y vete a tu casa"a este hombre y le trajo sanidad instantánea. Pero no nos apresuremos a los versos previos antes de la sanidad milagrosa. Los versos 18 y 19 dicen:

Y sucedió que unos hombres que traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico, procuraban llevarle adentro y ponerle delante de él.Pero no hallando cómo hacerlo a causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con el lecho, poniéndole en medio, delante de Jesús.

Justo frente a Jesús.

¿Has tenido ese tipo de amigos que su sola presencia es como si te llevaran frente a Jesús? El tipo de amigos de los que cuando estás enfrentando un tiempo difícil incluso para sentir la presencia de Dios o en el liderazgo en tu vida, vienen y te toman de los brazos y te llevan a que te encuentres con el Creador. El tipo de amigos que saben que no pueden arreglarte pero hará todo lo que tiene en su poder para llevarte al que te da descanso.

Eset tipo de relaciones son arraigadas, intencionales, profundas y vitales para la comunidad. No ocurren ni accidental ni rápidamente. Solo se producen con una determinación que va a atravesar cualquier obstáculo relacional.

Hay algo tan especial acerca de tener este tipo de relaciones en tu vida, porque tendremos días, incluso semanas en las que tendremos poca o ninguna energía para abrir nuestras Biblias. Tener este tipo de relaciones en nuestras vidas no solo promueven una relación más profunda con Dios sino que también nos afianzan para que terminemos bien.

Lo que es igualmente emocionante es que no solo tenemos la oportunidad de disfrutar este tipo de relaciones sino que podemos ser la fuente de ellas también. Tenemos la oportunidad de ser las manos y los pies de Jesús en la vida de alguien, y qué maravilloso sería si fuésemos un grupo de seguidores de Cristo comprometido con una misma mente que recorra grandes distancias para llevarles a Jesús.

La vida es solitaria son esas personas en quienes nos podemos apoyar para soltar nuestras cargas y ayudarles con las suyas. Tomemos un paso de fe y no nos asustemos de enredarnos en una relación.

La comunidad vale la pena.

Reflexiona

• Pasa un tiempo orando por la comunidad que Dios ha puesto alrededor de ti. Si en este momento de tu vida no cuentas con una, pide por la que tendrás algún día. Pide a Dios que te dirija hacia seguidores de Cristo con una misma mente que puedan suplir esa necesidad en tu vida y tu la de ellos.
• Escribe cualquier revelación que Dios hable a tu vida a través de la lectura bíblica o el devocional del día de hoy.