Crisis matrimonialMuestra

La terapia de pareja que todos necesitamos

Si te encuentras en una crisis matrimonial en este momento, no estás solo. Los próximos días, exploraremos algunas historias de gente real que ha superado adicciones, aventuras y quebrantamiento. Nos contarán lo que han aprendido en este lío y nos darán algunos consejos prácticos para afrontar situaciones que parecen demasiado difíciles. Pero primero, ¿y si lo que estás haciendo es intentar prevenir una crisis matrimonial para empezar? Aquí hay algunos consejos generales para relaciones de los que cualquier matrimonio se puede beneficiar. 

¿No sería excelente si tuviésemos clases como "Destrezas sociales" y "Cómo presupuestar"? Pero de todas las clases que hubiésemos encontrado útiles, creo que ninguna hubiese sido más útil que una clase de asesoramiento de relaciones. ¿Por qué? Porque todos tenemos lagunas en nuestro conocimiento sobre relaciones. Somos buenos atravesando ciertas situaciones… y perdiendo cuando se trata de otros. Si "Relaciones 101" fuese una clase real que pudiésemos tomar, aquí hay algunas cosas básicas que podríamos aprender.

4 de los mejores consejos de relaciones para todos

1. Todos somos imperfectos. Y nos casamos con una persona imperfecta. Yo me la pasaba ahogándome en un sueño matrimonial estándar que no podía alcanzar. El estrés resultante causó daños en nuestro hogar. Necesitaba recibir una gran dosis de la gracia de Dios para podérsela extender a mi esposo. La gracia de Dios, extendida del uno hacia el otro, es quizás el ingrediente más importante en cualquier relación.

2. Enfócate en aquello que es digno de alabanza. Es tan fácil enfocarse en lo que está mal. Sin embargo, la Palabra de Dios nos dice en Filipenses 4:8 que nos enfoquemos en lo que es puro y admirable y digno de alabanza. Vivir de otra manera ahoga la vida abundante que Dios tiene guardada para nosotros. Se requiere disciplina para enfocar tu atención en lo que es bueno, pero es una bendición tanto para la relación como para tu alma aprender esta valiosa lección.

3. Las buenas relaciones requieren esfuerzo, tiempo e inversión. Todos venimos de padres que no escogimos, en ciudades que no escogimos, en momentos de la historia que no escogimos. Pero Dios puede usar nuestras relaciones para hacernos mejores personas—si estamos dispuestos a poner tiempo y esfuerzo. No podemos cambiar a otros, pero podemos escoger tener un corazón misericordioso y perdonador. 

4. El más grande de estos es el amor. El amor es paciente y amable. No es jactancioso o arrogante. No es indecoroso o egoísta. Sufre todo, cree todo, espera todo y soporta todo. 1 Corintios 13 siempre es predicado como un estándar de conducta que debemos alcanzar. Sin embargo, es una hermosa imagen de cómo Cristo nos ama a nosotros. A medida que comprendemos y aceptamos su amor, nuestras relaciones serán salpicadas de esto. 1 Corintios 13 es el mejor "consejero relacional" para aquellos que lo necesitamos. 

¿No es un mal temario, verdad? Pero nadie se graduaría de la clase "Relaciones 101". Pasaremos nuestras vidas aprendiendo más acerca de este tema. La vida nos llama a estudiar bien. ¡Una vida sabia es bien vivida y está profundamente arraigada en relaciones bien amadas!

—Roxanne