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¿Es posible tener un gran matrimonio sin buen sexo?

¿Es posible tener un gran matrimonio sin buen sexo? Esa es una pregunta que nunca pensamos que tendríamos que responder. Mi esposa y yo nos casamos jóvenes y pensábamos que nuestra vida sexual sería divertida y sin esfuerzo. Éramos buenos chicos en un buen matrimonio, así que ¿por qué eso no incluiría buen sexo?

Durante el primer año, mi esposa quedó embarazada. Ella empezó a experimentar un dolor punzante durante el coito. Asumimos que era una complicación del embarazo. Pero el embarazo pasó, y el dolor permaneció.

El dolor duró cuatro años. Incluso cuando se fue, quedaron cicatrices emocionales. Ocasionalmente teníamos lo que yo insensiblemente llamaba “sexo real”, pero no era placentero. Ella estaba comprensiblemente asustada de que el dolor volviera. Sentía que estábamos millones de kilómetros separados emocionalmente.

No fue hasta que aprendí a amar a mi esposa más de lo que amaba el sexo que nuestra relación comenzó a sanar. Cuando nos amamos el uno al otro como Jesús, nuestro matrimonio es inquebrantable.

Aquí están algunos consejos para un matrimonio inquebrantable:

1. Mantén las líneas de comunicación abiertas. Ambos cónyuges necesitan sentirse suficientemente seguros de expresar sus deseos y miedos. Escucha atentamente a tu pareja y pon sus necesidades por encima de las tuyas. Si ambos hacen esto, los compromisos aceptables están a su alcance.

2. No te rindas. Solo porque tus expectativas no están siendo cumplidas no te da una excusa para renunciar a tu matrimonio. Nuestros votos incluían la frase “para bien o para mal, en la enfermedad y en la salud”. Ese voto sigue siendo tan válido como el día que lo dijimos por primera vez.

3. No mires por encima de la valla. Una vez que comienzas a sentir que tu vida sexual no tiene esperanza, es tentador comenzar a buscar satisfacción fuera de tu matrimonio. Si estás luchando con la pornografía, busca ayuda. Además, no compartas tus luchas con miembros del sexo opuesto. Podrías encontrar una persona que es empática y comprensiva, pero esa relación puede debilitar tu matrimonio.

4. Encuentra ayuda. Compartir vuestras experiencias juntos como pareja con alguien que pueda ayudarlos es vital. Nosotros luchamos por mucho tiempo porque estábamos demasiado asustados para hablar con cualquier persona. Encuentra un consejero o terapista. Si el problema es físico, habla con tu doctor.

No importa cuán difícil sea tu situación, te prometo que puede ser mejor de lo que es hoy. Incluso si el sexo, tal como lo ves, nunca vuelve a ser posible, hay maneras de encontrar satisfacción e intimidad duradera. Dios tiene la habilidad sobrenatural de hacer todas las cosas nuevas y eso incluye tu vida sexual.

—Michael

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