Te conozco: Devocionales del tiempo de GraciaMuestra

Conozco tus aflicciones y pobreza.

A todos nos gusta escuchar las felices historias de triunfos en la vida de los cristianos. Cuando las personas con un micrófono están dando un testimonio, sus discursos siempre parecen terminar en victoria. Siempre hay un mercado para las presentaciones de "Soy un ganador". ¿Quién quiere escuchar un testimonio personal de un cristiano atormentado por aflicciones y que no puede pagar sus cuentas?

Dios lo hace. Él quiere saber de nosotros no solo cuando todo está funcionando bien para nosotros, cuando tenemos mucho dinero, nos sentimos bien, tenemos un trabajo y nuestra familia está intacta. Él nos conoce y también nos ama cuando sufrimos de leucemia, esclerosis múltiple, parálisis cerebral o síndrome de Down. Él nos ama cuando estamos sentados en la oficina de un abogado para declararnos en bancarrota o para recibir una petición de divorcio. Él nos ama aunque podemos estar en una celda de la cárcel o en rehabilitación o asesoramiento psiquiátrico.

Él sabe que estamos rotos. Por eso sabía que necesitaba enviar un Salvador, porque no podíamos salvarnos a nosotros mismos. A los cristianos en Esmirna, Dios dijo: "Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico)" (Apocalipsis 2: 9). Su riqueza y la nuestra no se basan en dinero, bienes inmuebles o acciones en un negocio. Se basan en su amor de pacto expresado a nosotros en la vida santa y la obra de Jesucristo. Su riqueza y la nuestra se basan en nuestra membresía en la familia de Dios, en nuestra capacidad para llamar a Dios Padre.