InquietoMuestra
Tu teléfono está explotando. Tu calendario está fuera de control. Tu lista de tareas pendientes parece interminable. Tu mente no dejará de correr. Y cuando te despiertas por la mañana, te enfrentas inmediatamente al sutil zumbido de ansiedad que te sigue a lo largo del día.
¿Te suena familiar? Hoy, más que nunca, estamos inquietos . Yo diría que hay tres factores principales que contribuyen a la inquietud del cristiano de hoy. En primer lugar, nosotros (como el resto del mundo) pasamos tanto tiempo consumiendo entretenimiento, redes sociales, aplicaciones y juegos, que estas cosas buenas que debían ser vivificantes se han convertido en algo que chupa la vida. En segundo lugar, no nos estamos tomando el tiempo para "entrar por las puertas [del Señor] con acción de gracias", lo que nos lleva al descontento y a un impulso inquieto por lograr y acumular más. Y finalmente, y esta es una lucha particularmente desafiante para los profesionales ambiciosos, no estamos tomando el tiempo para recordarnos regularmente el evangelio y cómo nuestra identidad en Cristo nos libera de la necesidad de hacer más constantemente.
Puede sonar demasiado simple, pero si nuestro problema es la inquietud, entonces la solución debe descansar en las fuentes de esa inquietud. Para encontrar un verdadero descanso y paz, debemos romper regularmente con las incansables demandas de este mundo y nuestro trabajo. Debemos hacer tiempo para simplemente dar gracias por lo que Dios nos ha dado, en lugar de esforzarnos siempre por más. Y debemos cambiar temporalmente las cosas que nos agotan (correo electrónico, teléfonos inteligentes, etc.) por las cosas que nos dan vida (amigos, familia, la Palabra de Dios, etc.).
Afortunadamente, la Biblia tiene un modelo para este tipo de descanso: el sábado. Ahora, hasta hace unos años, sábado era un sustantivo para mí, no un verbo. Era una palabra antigua para un día de la semana, no algo que los cristianos modernos realmente practicaran. Durante mucho tiempo, el día de reposo me pareció más una tarea legalista que un regalo de gracia que resolvería mi inquietud. Pero a través del estudio cuidadoso de las palabras de Jesús, he cambiado completamente mi forma de pensar sobre el descanso sabático. Ahora, no puedo imaginar mi vida sin él.
Mañana, veremos qué es el sábado no para el cristiano de hoy, desacreditando muchos de los mitos que yo (y tal vez tú) he sostenido durante mucho tiempo sobre la práctica antigua. Y luego, en nuestro último día de este plan, veremos lo que la Biblia dice que el descanso sabático puede ser y cómo puede verse prácticamente para nosotros hoy.
Acerca de este Plan
“Nuestros corazones están inquietos hasta que encuentran su descanso en Ti”. Nunca antes tantos de nosotros habíamos sentido la inquietud que describió Agustín con esta famosa frase. Pero, ¿cuál es la solución a nuestra falta de verdadero descanso? Como lo mostrará este plan de tres días, la solución radica en parte en ver la antigua práctica del sábado a través de una lente diferente, a través de la lente de “Tú”, Jesús, nuestra principal fuente de paz.
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