Seis pasos hacia tu mejor liderazgoMuestra

Un riesgo que necesitas correr

Ya seas un adolescente, estés en la universidad, en plena carrera profesional o jubilado, este es el momento adecuado para correr riesgos. Corre riesgos cuando estés creciendo y cuando estés disminuyendo. Nadie ha conseguido nunca nada grande jugando a lo seguro. 

No te estoy diciendo que te arriesgues con las cosas equivocadas. No pongas en riesgo las relaciones saludables, no pongas en riesgo tu salud y no eches a perder lo que funciona bien. Pero, ¿qué teoría tienes? ¿Sobre qué corazonada te asientas? ¿Qué motivación profunda tienes? Corre el riesgo por fe. 

Me gusta lo que dijo el ex-presidente Jimmy Carter: «Id más allá de la rama, ahí es donde está el fruto.» 

Tal vez hayas oído hablar del hombre de negocios rico pero probablemente deshonesto de la Biblia, que se subió a una rama solo para ver a Jesús. Tenía fama de ser un tiburón financiero como jefe de los recaudadores de impuestos, y había construído su riqueza sobre esa reputación. Un día arriesgó su reputación y su vida al trepar literalmente a un árbol para ver a Jesús. Jesús vio a Zaqueo, se auto invitó a su casa, y la vida de Zaqueo se transformó casi inmediatamente en algo mucho más rico. 

Si quieres ser quien siempre has sido, haz lo que siempre has hecho. Si quieres cambiar quién eres, cambia lo que haces. En otras palabras, para cambiar el fruto en tu vida, es posible que tengas que ir más allá de la rama.

¿Necesitas empezar a escribir un libro, pedir una cita a alguien, lanzar un producto, comenzar un ministerio, empezar a ir a la iglesia, empezar un podcast, o cualquier otra cosa? Basándote en lo que Dios te está guiando a hacer, ¿qué riesgo necesitas correr?

Actúa: Habla con alguien de confianza del riesgo que quieres correr. Luego, da el primer paso.