[Serie El sol] Dios pelea por nosotrosMuestra
Tres tipos de luchas en la vida
¿Has pasado por períodos en los que parece que todo y todos están en tu contra? Sin duda lo has hecho. Todos pasamos por eso. ¿Puedes recordar un momento en el que pediste ayuda desesperadamente, y un amigo o tu padre aparecieron y lucharon por ti? Estoy seguro de que sí.
En nuestro camino espiritual encontramos diferentes tipos de dificultades. Pueden ser inconvenientes, desafíos o batallas. En primer lugar vamos a definir lo que es un inconveniente. Es cuando no tenemos lujos o comodidades. Por ejemplo: «Esta fila es tan larga, ¿por qué no pueden abrir otra caja?» O: «¿Por qué no puede venir el fontanero el martes? Tendré que cancelar mi cita de manicura». ¿Pasas por esas situaciones? No son batallas ni desafíos. Son inconvenientes.
Los desafíos son diferentes. Tienen que ver con dificultades, como en el matrimonio o la paternidad. Cuando en nuestro trabajo nos encontramos con personas incompetentes que no hacen nada, y terminamos haciéndolo todo por ellos; cuando llegan facturas altas y sabes que se acercan meses difíciles. Estos son desafíos. Necesitas tiempo para encontrar la respuesta al problema, y la solución puede requerir esfuerzo, disciplina y trabajo. Pero aun así puedes encontrar una solución a un desafío y resolverlo tú mismo.
Las batallas son completamente diferentes. Cuando enfrentas dolor, depresión, ansiedad, deudas financieras, cáncer o una crisis de relación, estás en una batalla. No puedes resolver este problema por tu cuenta. Es posible que no tengas las habilidades necesarias para hacerlo. Puedes avanzar o retroceder. Ganar o perder. Necesitas el poder de Dios; necesitas su intervención para seguir adelante. No puedes hacerlo por ti mismo.
Josué se encontraba en una batalla. Para ganar la batalla necesitaba a Dios. No podía enfrentar a cinco enemigos y sus huestes con solo un ejército. ¡Necesitaba un milagro! Dios hizo tres cosas por Josué y los israelitas: confundió al enemigo, lanzó granizo desde el cielo e hizo que el sol se detuviera hasta que los israelitas pudieran derrotarlos. El capítulo diez del libro de Josué cierra el versículo catorce diciendo: ¡No cabe duda de que el Señor estaba peleando por Israel!
Me pregunto cuál es tu batalla. ¿Cuál es tu imposible? Puede parecer que estás rodeado y que no hay una forma humanamente posible de abordar el problema. Espera un milagro.
Pensamiento del día
Jesús peleó nuestras batallas en la cruz. Podemos entregar nuestras preocupaciones a Dios. ¡Él se preocupa por nosotros!
Acerca de este Plan
No importa qué batalla estés enfrentado, debes saber que el rostro del Señor está sobre ti. Busca el consejo de Dios, y confía en sus tiempos y en su gracia. Él lucha por nosotros.
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