Cosas que Jesús nunca dijoMuestra

Obtienes lo que mereces.

"La salvación es Dios haciendo por nosotros lo que no podemos hacer por nosotros mismos". Eugene Peterson

La vida está llena de transaciones. Vamos a trabajar y nos pagan. Entregamos parte de ese pago para obtener nuestro café favorito, almuerzo o transporte al trabajo. Un agricultor planta y obtiene una cosecha. Un niño desobedece y tiene un tiempo de suspensión. Un alumno se esfuerza, o no, y obtiene una nota justa. No es de extrañar que fácilmente lleguemos a creer que todos obtenemos lo que merecemos. 

Pero hay demasiados agujeros en este pensamiento. Probablemente ya se haya preguntado: ¿Un bebé hambriento merecía nacer en una región del mundo con inseguridad alimentaria? No, no se lo merecen. Y hay mucho más en juego en la forma de pensar de "obtienes lo que te mereces" que el estatus socioeconómico.

¿Alguien merece a Jesús?

Podríamos decir un "amén" cuando leemos una cita como, "La salvación es Dios haciendo por nosotros lo que no podemos hacer por nosotros mismos", pero ¿nuestros niveles de estrés, conversaciones internas y nuestros últimos intentos de mejora espiritual lo creen? De todo lo bueno que hay en tu vida, ¿merece la pena que un ser humano intachable y perfecto (por no hablar del Hijo de Dios) muera de forma dolorosa para que tú puedas vivir una vida plena y libre aquí y en la eternidad? Si desde hoy tuvieras un comportamiento perfecto, una generosidad increíble y una bondad incesante durante el resto de tu vida, ¿te habrías ganado lo que Jesús hizo por ti?

Puedes respirar aliviado.

Jesús nunca dijo: "obtienes lo que mereces". 

Jesús dijo cosas como: “tus pecados son perdonados; ve y deja tu vida de pecado; perdónalos porque no saben lo que hacen ", y mientras estaba colgado en la cruz, le dijo a un criminal arrepentido: "en verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso". El criminal se dio cuenta de quién era Jesús y lo que estaba haciendo Jesús por él mientras ambos morían, clavados en una cruz. El criminal no tenía oportunidad de bajar y comenzar a leer su Biblia todos los días, involucrarse en una iglesia, servir a su comunidad o presentarse a tiempo para las reuniones de recuperación. No, no tenía ninguna posibilidad de ganarse lo que le pedía a Jesús, lo que Jesús le daba gratuitamente.

Al igual que el criminal, no tenemos la oportunidad de ganar la gracia o la aceptación de Dios, pero tenemos todas las oportunidades de mostrarle nuestro amor, generosidad y obediencia. No como pago, sino como adoración. Y seguir a Jesús como adoración, ¿no tiene mucho más sentido que añadirlo como una transacción más en nuestros días?

Considera: ¿Qué parte de mi vida y mi fe siguen siendo un intento fallido de pagarle a Jesús? ¿Cómo sería vivir como una respuesta de adoración a la gracia invaluable que nunca podría ganar?