Metas relacionalesMuestra

Patada del diablo

De Cindy, casada con Chris por más de 26 años

Permíteme comenzar este tema con esto: Tu cónyuge no es tu enemigo. Pedro describió a tu verdadero enemigo como Satanás, quien anda como león rugiente buscando a quién devorar. 

Pero puede ser sorprendente la manera tan fácil con la que nosotros mismos reaccionamos defendiéndonos o enojándonos cuando la persona que más amamos está en desacuerdo con nosotros, ¿no es cierto? Cualquier número de situaciones pueden desembocar en problemas. Podemos encontrar conflicto en conversaciones acerca del dinero, trabajo o prioridades. Los temperamentos se encienden. La siguiente cosa que sabemos, es que creemos que la persona que más amamos es nuestro enemigo. 

Cuando Chris y yo éramos jóvenes, esas eran las mentalidades que teníamos cuando luchábamos. ¡Y cómo luchábamos! Estábamos bastante envueltos en nuestros propios deseos, que perdíamos el sentido del hecho de que estábamos supuestos a batallar contra nuestro enemigo común, no contra el otro.   

¿Dónde existe una división permanente en tu relación? La división es realmente una característica de nuestro enemigo espiritual. Esto no significa que todo el tiempo tu lucha como pareja está bajo ataque espiritual del mismo Satanás. Aun así, al enemigo nada le gustaría más que vieras a tu cónyuge o pareja como tu enemigo. No te dejes engañar.

El mejor camino para patear fuera al diablo de tu relación es poner a Jesús en el centro, juntos. Aquí hay tres ideas para movernos en esa dirección.

Idea 1: Oren juntos. 

Día a día. Y no solo por el otro, sino con el otro. Esto es lo correcto. Tomen un momento, levanten las manos si lo desean, y hagan sus oraciones como pareja.

Idea 2: Invierte en el otro. 

Si has estado casado por un tiempo, sabes que es fácil olvidar cómo pasan los años. Pero tenemos que invertir en nuestra pareja de 25 años como lo hicimos en el año primero de nuestro aniversario. ¿Qué miraría él o ella como una inversión? Haz que estas cosas pasen. Haz un recordatorio en tu teléfono o pon un sticker en tu escritorio o agenda. Cualquier cosa que tengáis que hacer para mostrar que están pendientes y se aprecian mutuamente—hacedlo. 

Idea 3: Únanse. 

Lo que diferencia a las parejas saludables es su deseo de unidad. Un matrimonio consiste en dos personas a quienes Dios las ha llamado uno. Así que, necesitamos actuar de esta manera. Algunas veces, nos enfocamos tanto en nuestras propias necesidades que perdemos de vista a la otra persona. Chris y yo tratamos de comenzar cada día diciéndonos, "A veces nos enfocamos tanto en nuestras propias necesidades que perdemos de vista a la otra persona”. Chris y yo intentamos empezar cada día diciendo, “Elijo el nosotros".

Finalmente, no importando lo que el enemigo te lance, él está peleando una batalla perdida. Cristo consiguió la victoria por encima del diablo de una vez y por todas, y mientras tú y tu cónyuge trabajen para construir una relación centrada en Cristo, el enemigo no tendrá éxito en sus metas. Así que, oren juntos, sabiendo que vuestro futuro está seguro.

Considera: ¿En qué área han luchado contra el otro en lugar de juntos? ¿Cómo lo haréis de manera diferente la próxima vez?