El ministerio de la excelenciaMuestra
Excelencia en todo
Una de mis descripciones favoritas de Jesús está en Marcos 7:37 que dice "Y en gran manera se maravillaban, diciendo: bien lo ha hecho todo [Jesus]; hace a los sordos oír, y a los mudos hablar". Como seguidores de Cristo, ese pasaje nos debería hacer pausar. Como aquellos que quieren imitar a Jesús en toda forma posible, ¿podemos decir que estamos haciendo todo bien? ¿Podemos decir que estamos haciendo todo con excelencia en el trabajo y en nuestra casa?
De hecho, todos nosotros tenemos áreas en nuestras vidas en las que no alcanzamos el nivel de excelencia de Jesús. Creo que es más cierto hoy que nunca antes. ¿Por qué? Porque hoy más que nunca, creemos la mentira que dice que tenemos que hacer todo, ser todo y tener todo. Estamos demasiado comprometidos, sobrecargados, y con demasiado estrés, avanzando un milímetro en todas direcciones a la vez, porque no podemos discernir lo esencial de lo no esencial en nuestro trabajo y en nuestros hogares. Esta es una receta para la mediocridad, no la excelencia, y puedo decir que este problema es una epidemia en la iglesia de hoy.
¿Por qué debe importarnos? Porque cualquier cosa menos que excelente queda corta y no alcanzamos el nivel al que somos llamados como cristianos. 1 Corintios 10:31 Pablo escribe "pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios”. El pastor Dr. James Kennedy parafraseaba este pasaje, haciendo un llamado a la “excelencia en todo y en todo dando la gloria a Dios”. Ese es el nivel al que estamos llamados.
Hay muchas razones buenas para buscar la excelencia, especialmente en nuestro trabajo. La excelencia en nuestra vocación hace que nuestra carrera avance, nos hace atractivos al mundo, nos da influencia y nos puede dar la oportunidad de compartir el evangelio. Pero ninguna de estas debiera ser la motivación principal para que busquemos la excelencia en nuestro trabajo y las demás actividades a las que Dios nos llama. Buscamos la excelencia por un propósito mucho más fundamental— porque la excelencia es la forma en que reflejamos mejor el carácter de Dios y amamos y servimos a nuestro prójimo como a nosotros mismos. En otras palabras, la excelencia es nuestro ministerio diario. Veremos en los siguientes dos días que es a través del ministerio de la excelencia que glorificamos a Dios y amamos a los demás a través de nuestro trabajo.
Escritura
Acerca de este Plan
Hay muchas buenas razones para buscar la excelencia en tu trabajo: La excelencia hace que nuestra carrera avance, nos da influencia, y puede darnos la oportunidad de compartir el evangelio. Pero, como te mostraré en este plan de tres días, debemos buscar la excelencia por razones mucho más fundamentales —porque la excelencia es la forma en que mejor reflejamos el carácter de Dios y amamos y servimos a nuestro prójimo como a nosotros mismos a través de nuestro trabajo.
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