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Dejar ir… todo
¿Alguna vez has sido mochilero? Es muy divertido y, a menudo, conduce a destinos impresionantes. Cuando vas de mochilero por primera vez, rápidamente te das cuenta de que todo lo que traes es algo que llevas. Por kilómetros. Generalmente cuesta arriba. La mayoría de los mochileros saben que no puedes traer todo lo que quieres. Los mochileros experimentados saben que ni siquiera puedes traer todo lo que crees que necesitas.
Cada kilo cuenta.
No es muy diferente a la vida, ¿verdad? Con demasiada frecuencia trato de llevar lo que Dios nunca quiso que yo llevara. Sé que es mejor no pensar que Dios quiere que cargue con el quebrantamiento de mi familia, la presión financiera, el arrepentimiento por malas decisiones, las metas perdidas en el trabajo y cualquier otra cosa que haya intentado hacer hoy.
Dios descaradamente nos pide que le demos nuestro equipaje (1 Pedro 5:7) y que nos deshagamos de cualquier cosa que nos frene (Hebreos 12:1). Es bastante increíble pensar que Dios realmente quiere que nos deshagamos de todo lo que nos estorba. Pero, ¿por qué Dios quiere que viajemos ligeros? ¿Por qué está tratando de quitarnos nuestros miedos, vergüenza, adicciones, arrepentimientos y problemas de control?
Cuando estás empacando tu bolso para ir de mochilero, todo lo que dejas afuera es espacio para algo más. Dios quiere más espacio en nuestras vidas para Él.
Es una operación asombrosa si lo piensas bien; le damos nuestras cargas a Dios y Él se da a sí mismo. Oscuridad por luz. Estrés por la paz. Ira por alegría. Arrepentimiento por la libertad. Sin embargo, de alguna manera, cuanto más llevamos de Él, más ligeros somos.
¿Cuáles son algunas de las cosas que recogiste en el camino que se están volviendo demasiado pesadas? Ya no tienes que cargarlos. Puedes cambiarlos por más de Dios. ¿Qué es algo que quieres llevar que no es tuyo? ¿Cómo puedes confiar en Dios con eso? ¿Qué es algo que crees que necesitas y que simplemente no tienes la fuerza para cargar? ¿Cómo puedes dejar que Dios y los demás carguen con parte del peso?
Matt, recuperando el empaquetador
Ora: Dios, estoy aceptando Tu trato. Comenzaré a confiar en ti con (inserta tus cargas específicas). Gracias por llevarme y sostenerme. Amén.
Acerca de este Plan
En una temporada navideña abarrotada, la mayoría de nosotros sentimos el estrés y la ansiedad de las relaciones familiares, la presión financiera, las decisiones apresuradas y las expectativas decepcionadas. Así que adelante. Toma un respiro. Comienza este plan bíblico de Life.Church y comprende que el peso que sentimos puede ser algo que Dios nunca nos pidió que carguemos. ¿Qué tal si soltamos el equipaje? Viajemos ligeros.
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