Un minuto después que mueresMuestra
Un pedacito de Cielo
“Porque donde esté tu tesoro, allí estará tambien tu corazón.” - Mateo 6: 21
El infierno es una sed que nunca se sacia, pero el Cielo es la bebida más saciable, que nunca se acaba, cada sorbo sabe cada vez más delicioso. Es maravilloso, más allá de todo lo que nuestros sentidos humanos podrían alguna vez probar, ver, oler, tocar o incluso imaginar.
Recuerda aquellos momentos a los que te has referido como "pedacito de Cielo". Talvez, fue ver a un ser querido despues de mucho tiempo, talvez fue una experiencia espiritual, o talvez, admirar algo impresionantemente hermoso. Aquello, no es solo un pedacito de Cielo—lo que experimentaste es el hecho de que el Cielo tiene un pedacito de tí. Dios ha puesto eternidad en tu corazón (Eclesiastés 3: 11), y tu corazón ha estado latiendo por el Cielo desde entonces.
Aún así, en este mundo de inmediatez, es casi una norma que erremos en pensar que un pedacito de Cielo es el Cielo en sí. Pasamos nuestros días haciendo lo que sea necesario, para obtener un pedacito, y otro, sin quedar satisfechos. Esto no es nada nuevo. Es un error natural de los humanos el creer que nosotros—los creados—podríamos de alguna manera, encontrar algo un poco mejor que Dios—el Creador. Esta es la misma noción que desplaza la maravilla del Cielo con nuestros pedacitos de Tierra.
Jesús habló directamente sobre esta tendencia cuando nos recuerda a no atesorar tesoros en la Tierra, sino más bien el tipo de tesoros que abundan en el Cielo. Jesús no trazó con suavidad la línea entre el cielo y la tierra, porque sabía la diferencia entre los dos de primera mano. Mientras estaba en la tierra, Jesús nos dijo que le pidamos a nuestro Padre, que (él apunta) está en el cielo. ¿Recuerdas por qué nos dijo que oremos? "Que su voluntad sea hecha así en el Cielo como en la Tierra." Jesús reconoció a cada uno de ellos separadamente, confirmando que escoger el Cielo empieza aquí, en la Tierra. Porque donde esté tu tesoro, allí estará tambien tu corazón.
Oración: Señor, que se haga tu voluntad en mi vida aquí en la Tierra como es en el Cielo. Que tu Gracia, tu Presencia y tu Santo Espíritu reemplacen mis deseos egoístas. Ayúdame a atesorar en esta Tierra aquello que atesoras en el Cielo. Amén.
Acerca de este Plan
C.S. Lewis dijo, "Apunta a los Cielos y obtendrás la tierra también. Apunta a la tierra y no obtendrás ninguna de las dos." En otras palabras, Lo que haces hoy a causa de lo que crees que ocurre cuando mueres pudiese cambiar todo, para siempre. Comienza este Plan bíblico de Life.Church hoy para acompañar la nueva serie del Pastor Craig Groeschel titulada <i>Un minuto después que mueres<i>.
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