Vida salvaje: Empieza a vivir de verdadMuestra

Si Me buscas

¿Y si Dios no está tratando de jugar al escondite con nosotros? ¿Y si no quiere que sea súper complicado encontrarle?

¿Y si la relación con Él es mucho más personal que una serie de casillas que hay que marcar cada día? Tal vez Dios puso en nosotros alegrías y pasiones profundas que pueden guiarnos hacia Él.

Me explico. Nunca se me ocurriría pedirle a mi hija de dos años que salte por el aro para encontrarme. De hecho, cuando me grita, voy corriendo. ¿Cuánto más amoroso es nuestro Padre Celestial? Cuando mi hija se deleita en las cosas que yo me deleito, me veo a mí mismo en ella. En Mateo 7, Jesús dice que nuestro Padre Celestial también es así.

La oración, la lectura de la Biblia y la adoración son partes vitales para conocer a Dios, pero Él no se limita a esas cosas. Su presencia es mucho más grande de lo que podemos imaginar. Puedes experimentarlo si prestas atención a algunas partes Suyas que ha puesto en tu interior.

Para mí, es escalar, la jardinería, jugar con mi hija y amar a mi mujer, Erin. Por ejemplo, a través de la jardinería, comprendo la importancia de estar plantado en el lugar adecuado, de recibir la alimentación correcta, e incluso las formas en que las tormentas pueden obligar a las raíces a cavar profundamente. Todas estas pasiones pueden exponerme a aspectos de Dios cuando lo busco allí, cuando uso todo mi corazón para buscarlo.

Presta atención a lo que te produce una profunda alegría. Sí, experimenta a Dios en los momentos de tranquilidad, en las Escrituras y en la oración, pero también búscalo en las risas, las relaciones, las aventuras, el sudor, el trabajo e incluso las lágrimas. Porque cuando lo busques con todo tu corazón, lo encontrarás. 

Tommy, buscador de Dios

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Actúa: Haz una lista mental de las cosas que te gustan. ¿Cómo puedes encontrar a Dios en ellas?