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Había una vez

"Había una vez" es la forma en que las buenas historias comienzan. También es la manera en que los cristianos lidiamos con la pregunta: "¿Importa mi vida?" Cada personaje en una historia es esencial. Cada persona tiene importancia. Así que decimos "Había una vez" y seguimos con nuestra fe y nuestra duda, nuestra obediencia y nuestra desobediencia, nuestra adoración y nuestra indiferencia. Todo esto y más es parte de una historia, una historia que significa algo. 

No todas las historias son acerca de héroes. No todas las historias son aventuras épicas. Tenemos historias épicas, las de José, Moisés, David y Pablo. Pero también hay historias como las de Noemí y Rut y Booz. Aquí la acción es cada día. Pero toda esa acción diaria: la inmigración, la lealtad de Rut a Noemí, la amabilidad de Booz a Rut, la atención a la Ley, todos esos detalles son parte de una historia que es parte de trama en la gran historia de salvación de Dios. La historia significa algo, y también lo significa todo. 

Noemí entró a la historia quejándose. Ella experimento pérdida, se quejó amargamente sobre eso, el narrador de la historia tomó esa infelicidad seriamente y formuló una queja contra Dios. Esos versículos fueron formados de tal manera que ella es presentada como una demandante delante de Dios. Este estilo de queja puesto en forma legal también fue pronunciado por Jeremías, quien se enfrascó en una demanda y contrademanda entre Dios y el pueblo. Él tomó las quejas del pueblo y las empacó en una demanda legal contra Dios; la acusación era que Dios había fallado en ser justo y equitativo. 

Aunque parece algo impío, hasta blasfemo, hablar con Dios de esta manera, la realidad es que es enteramente bíblico. Al escuchar las quejas de otros y formularlas ante Dios, nos ayudamos mutuamente a entrar en la historia. No siempre tenemos que estar del lado de Dios, defendiéndolo. Hay ocasiones cuando nuestra posición bíblica está del lado del demandante. Al ser tomada en serio, no rechazada, no atenuada, no espiritualizada, la queja de Noemí se hace parte de la historia. El vacío de su vida está entretejido en la trama y, en el proceso, en la ocasión de demostrar la providencia de Dios. 

¿Dudas al expresar tus quejas contra Dios? ¿De qué manera puede guiarte la historia de Noemí para hablar con Dios de manera más franca y abierta?