Encontrar la verdad de Dios en las tormentas de la vidaMuestra

Encontrar fortaleza en el Señor

El miedo no es nada a lo que reírse o tomarse a la ligera. Ha impedido que personas poderosas alcancen grandes logros. Ha detenido a los ejércitos en seco. Y también intentará detenerte si lo permites.

Pero tenemos algo más grande que el miedo: a Dios. Ese conocimiento debería evitar que el miedo nos derrote, pero a menudo no es así. Aunque somos cristianos, cedemos al miedo todo el tiempo.

Y nuestra entrega al miedo muestra que realmente no entendemos el poder de nuestro Dios.

El pasaje de hoy del Salmo 46 nos da una imagen dramática de la fe destruyendo al miedo. El salmista dice que porque Dios es su ayuda, no temerá, ¡ni siquiera si la tierra cede y las montañas se hunden en el mar! ¡Eso es increíble! 

Si alguna vez has estado en las montañas, probablemente puedas imaginar lo asustado que estarías si comenzaran a derrumbarse a tu alrededor. Pero el salmista no está diciendo que el colapso de las montañas no dé miedo. Está diciendo que su fe es más fuerte que su miedo.

El miedo nos dice que estamos solos, que tenemos que afrontar pruebas y luchas por nuestra cuenta. Nos recuerda nuestra debilidad. Nos señala nuestros propios fracasos. Pero la fe nos dirige a Dios. Nos asegura que nunca estamos solos: ¡Dios siempre está de nuestro lado! Y la fe nos muestra que nuestra debilidad es solo una oportunidad para mostrar la fuerza de Dios.

La vida está llena de problemas y alegría. Frederick Beuchner dijo una vez: "Aquí está el mundo. Sucederán cosas hermosas y terribles. No tengas miedo". ¡Y tenía razón! No debemos tener miedo. Tenemos un Dios que ha vencido al mundo.

Oración: Querido Dios, gracias por Tu poder sobre todo lo que enfrento. Ayúdame a tener una fe más grande que mi miedo. Usa mi debilidad para demostrar tu fuerza. Gracias porque Tu amor por mí nunca falla. Amén.