MOTION X: Vivir en MOVIMIENTOMuestra

Todos deseamos ser parte de algo más grande que nosotros mismos. Dios nos diseñó de esta forma porque siempre quiso que seamos parte de la expansión de Su reino en la tierra. 

La Palabra de Dios dice que Él hizo planes para que hagamos una diferencia en el mundo incluso antes de que naciéramos. Si Él se ha tomado el tiempo para planear buenas obras para nosotros, podemos estar seguros de que Él nos ha dado todo lo que necesitamos para tener éxito.

A menudo, podemos sentir que no estamos listos o que no tenemos nada que ofrecer. Cuando este sentimiento aparece, es importante recordar lo que Dios dice. 

En el libro de Hechos, Pedro y Juan iban camino al templo y se encontraron con un hombre que no podía caminar. Cuando este les pidió dinero, Pedro contestó: “No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy”. No se desalentó por no tener qué darle, sino que se enfocó en lo que sí tenía y al hacerlo pudo impactar en la vida del paralítico. 

Dios nos ha dado a cada uno un don. Tal vez sea la capacidad de comunicarnos, o de programar ordenadores, o de escribir y tocar música, o cualquier otra cosa. Sea cual sea nuestro don, Dios quiere utilizarlo para marcar la diferencia en el mundo que nos rodea. Recuerda que lo que damos no depende de lo que tenemos, sino de lo que Dios nos ha dado.