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La Palabra (versión española)

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 <div class="book bkREV">
 <div class="chapter ch19" data-usfm="REV.19.11+REV.19.12+REV.19.13+REV.19.14+REV.19.15+REV.19.16+REV.19.17+REV.19.18+REV.19.19+REV.19.20+REV.19.21">
 <div class="p">11Vi luego el cielo abierto y un caballo blanco, cuyo jinete, llamado &#171;Fiel&#187; y &#171;Veraz&#187;, juzga con justicia y se dispone a combatir.#1,5; 2,17; 4,1; 6,2. 12Sus ojos son como llamas de fuego, m&#250;ltiples diademas ci&#241;en su cabeza y lleva un nombre escrito que solo &#233;l es capaz de descifrar. 13Viste un manto empapado en sangre y su nombre es &#171;La Palabra de Dios&#187;.#Jn 1,1.14. 14Cubiertos de fin&#237;simo lino resplandeciente de blancura, los ej&#233;rcitos del cielo galopan tras sus huellas sobre blancos caballos.#1,16; 3,4; 12,5; 14,19; 17,14. 15Una espada afilada sale de su boca para herir con ella a las naciones, a las que gobernar&#225; con cetro de hierro; y se dispone a pisar el lagar donde rezuma el vino de la terrible ira de Dios, que es due&#241;o de todo. 16Y escrito en el manto y sobre el muslo tiene este t&#237;tulo: &#171;Rey de reyes y Se&#241;or de se&#241;ores&#187;. 17Vi tambi&#233;n un &#225;ngel que, de pie sobre el sol, gritaba con voz poderosa a todas las aves rapaces que volaban por lo m&#225;s alto del cielo:</div><div class="p">&#8212;&#161;Acudid todas al gran fest&#237;n preparado por Dios!#Ez 39,17-20. 18Pod&#233;is comer carne a discreci&#243;n: carne de reyes, de generales y de valientes guerreros; carne de caballos y de sus jinetes; carne de toda clase de gente: libres y esclavos, humildes y poderosos.</div><div class="p"> 19Vi entonces c&#243;mo la bestia y los reyes de la tierra concentraban sus ej&#233;rcitos para presentar batalla al que montaba el caballo y a su ej&#233;rcito. 20Pero la bestia fue hecha prisionera, y con ella el falso profeta, el que, realizando prodigios a favor de la bestia, hab&#237;a logrado seducir a cuantos se dejaron tatuar la marca de la bestia y adoraron su imagen. Ambos fueron arrojados vivos al lago ardiente de fuego y azufre.#13,16-18; 20,10.15; Is 30,33; Dn 7,11. 21Los dem&#225;s fueron exterminados por la espada del jinete del caballo blanco &#8212;la espada que sale de su boca&#8212; y todas las aves rapaces se hartaron de sus carnes.</div>
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 <div class="book bkREV">
 <div class="chapter ch20" data-usfm="REV.20.1+REV.20.2+REV.20.3+REV.20.4+REV.20.5+REV.20.6+REV.20.7+REV.20.8+REV.20.9+REV.20.10">
 <div class="p">1Vi a un &#225;ngel que bajaba del cielo. Llevaba en la mano la llave del abismo y una gruesa cadena. 2Apres&#243; al drag&#243;n, la antigua serpiente &#8212;es decir, el Diablo o Satan&#225;s&#8212;, y lo encaden&#243; por mil a&#241;os.#12,9; Gn 3,1-5. 3Lo arroj&#243; despu&#233;s al abismo y all&#237; lo encerr&#243;; y sell&#243; la entrada, para que en adelante no pueda seducir a las naciones hasta que hayan pasado los mil a&#241;os. Pasados esos mil a&#241;os, gozar&#225; de libertad por breve tiempo.</div><div class="p"> 4Vi tambi&#233;n unos tronos; a los que se sentaron en ellos se les dio poder para juzgar. Y vi con vida a los que hab&#237;an sido asesinados por haber dado testimonio de Jes&#250;s y por haber proclamado la palabra de Dios, los que no hab&#237;an adorado a la bestia ni a su imagen y no llevaban tatuada en la frente ni en las manos la marca de la bestia. Todos estos recobraron la vida y reinaron con Cristo mil a&#241;os.#1,2; 5,10; 6,9; 13,8.16; Dn 7,9.22.27; Mt 19,28; Lc 22,30. 5Los dem&#225;s muertos, en cambio, no volvieron a la vida hasta pasados los mil a&#241;os. Es la primera resurrecci&#243;n. 6&#161;Dichosos quienes Dios ha elegido para tomar parte en ella! La segunda muerte no har&#225; presa en ellos, sino que ser&#225;n sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinar&#225;n con &#233;l los mil a&#241;os.#1,6; 2,11.</div><div class="s1">Derrota final de Satan&#225;s</div><div class="p"> 7Pero llegar&#225;n a su fin los mil a&#241;os. Entonces Satan&#225;s ser&#225; desencadenado 8y tratar&#225; de seducir a los habitantes de los cuatro puntos cardinales del mundo, a Gog y a Magog, cuyos ej&#233;rcitos, innumerables como las arenas del mar, se pondr&#225;n en pie de guerra.#7,1. 9Y, efectivamente, se extendieron a lo ancho de la tierra, sitiaron el campamento de los elegidos y pusieron cerco a la ciudad bienamada. Pero un fuego se abati&#243; sobre ellos desde el cielo y los devor&#243;.#Lc 21,20. 10Y el diablo, el que los hab&#237;a seducido, fue arrojado al lago de fuego y azufre donde, en compa&#241;&#237;a de la bestia y del falso profeta, sufrir&#225; tormento por siempre, d&#237;a y noche sin cesar.#19,20.</div>
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