Lo que pasa cuando mueresMuestra

¿Existe en realidad el purgatorio?

Este es un concepto enseñado primeramente por la iglesia Católica Romana y la Iglesia Griega Ortodoxa. Hoy en día, cuando alguien dice que él está en el «limbo», significa que está estancado entre donde se encuentra y donde quiere estar. Esta es la idea tras la noción católica de purgatorio. Ahí es donde va la gente, que ya es salva y está en paz con la iglesia, a pagar penitencia o sufrir dolor por sus pecados, con el propósito de purificarse y perfeccionarse a sí mismos para estar en la presencia de Dios. El tiempo de estancia en el purgatorio puede durar unas horas bajo circunstancias no severas, o miles de años en condiciones «similares a las del infierno».

Los líderes católicos no ven ese lugar como castigo de Dios sino como un acto de su misericordia. Ellos sugieren que, sin él, sería imposible para la mayoría de los creyentes ir al cielo a la presencia de Dios. A pesar de que Cristo ha perdonado todos los pecados, los creyentes deben acercarse a Dios constantemente para recibir ese perdón. Es por eso por lo que los católicos practican la «confesión».

Los católicos creen que los espíritus de los cristianos que mueren con pecados sin confesar no van directamente a la presencia de Dios, sino a un lugar o estado llamado purgatorio, básicamente un lugar intermedio para los creyentes, donde les es dada la oportunidad de cubrir los pecados que no confesaron durante su vida. Una vez que la penitencia es suficiente, los creyentes son llevados ante la presencia de Dios para reunirse con los otros santos. Los creyentes que permanecen vivos pueden rezar y pedir al sacerdote que rece por ellos para acortar la estancia de sus seres queridos en el purgatorio.

En mi caso, aunque tengo gran respeto por el Papa y la iglesia católica en varios asuntos, no considero sus enseñanzas al mismo nivel de autoridad de la biblia. Por tanto, no encuentro suficiente evidencia que indique que hay un lugar como el purgatorio, ni la necesidad de él. Yo pienso que éste punto de vista subestima la obra que Cristo hizo en la cruz por nosotros.

Cuando los cuerpos físicos de los cristianos mueren, nuestros espíritus son presentados delante de Cristo sin mancha y libres de acusaciones. Ciertamente yo merezco el infierno, y aún el purgatorio, si existiera, pero gracias a la gracia de Dios, Cristo me ha justificado.