Los crayones rotos siguen coloreandoMuestra
En 2006, sentí a Dios guíandome a un ministerio de chicas adolescentes, pero no creí que pudiera usarme.
Desde 2002-2004, participé en pecado sexual. No cualquier pecado sexual, sino que fui adicta a la pornografia de internet aun siendo cristiana y una mujer casada.
Los pensamientos en mi mente me atormentaban. Escuchaba pensamientos como "¡Estúpida, estúpida, estúpida! Lo sabias, ¿cómo pudiste?".
Así como perdonamos a otros sus pecados contra nosotros, creo que necesitamos perdonarnos a nosotros mismos. Una gran parte es aceptando el perdon completo de nuestros pecados de parte de Dios.
Sí, necesitamos confesar nuestros pecados a Jesús. Ese es el primer paso.
Ya había dado ese paso. No solo lo había confesado, sino que también me habia arrepentido verdaderamente. Arrepentimiento significa alejarse del pecado y empezar a ir en la dirección opuesta.
Ya no estaba involucrada en pornografía. Fui a consejería y obtuve ayuda, tuve un compañero de responsabilidad, puse filtros en mi computadora y Dios me dio el poder de cambiar verdaderamente.
Pero todavía me sentía sucia y rota.
Lo único que podía pensar era en los errores que había cometido y en cómo deseaba poder volver atrás y tomar mejores decisiones. Decisiones diferentes.
A menudo tenía pensamientos inquietantes que empezaban con "Si solo".
Mi arrepentimiento era profundo y me mantenía cautiva.
Sin embargo, Dios quería usar mi quebranto para Su gloria.
¡Quería que supiera que estaba completamente perdonada!
La antigua Shelley había desaparecido. Era una nueva creación.
Si se lo permitiera, Dios comenzaría a pintar una hermosa obra de arte con mis partes rotas.
¿Estás viviendo con el peso de la vergüenza y el arrepentimiento de tu pasado?
¿Sientes que Dios nunca podría usarte por lo que has hecho o por las cosas que te han hecho?
Si es así, el primer paso es el perdón.
Ese día en 2006, sentí que Dios me decía: "Shelley, has perdonado a otros, pero no te has perdonado a ti misma. Es hora de soltar y empezar a hacerlo".
Era verdad.
Necesitaba perdonarme a mí misma.
Al hacerlo, me quité un peso de encima mientras lloraba. Estaba perdonada y podía seguir adelante.
Poco después, Dios me usó para lanzar un ministerio para chicas adolescentes que ha impactado a miles de chicas en todo el mundo y que aún continúa.
¿Lo ves? Crayones rotos que siguen pintando.
Oración:
Señor, quiero ser libre de todo lo que me pesa y del pecado que tan fácilmente me enreda (Heb. 12:1–2). Rindo a Ti mi corazón, mente y voluntad. Ayúdame a estar dispuesto a lidiar con cualquier pecado que me aleje de Ti y obstaculice mi crecimiento espiritual. Reconozco Tu poder para perdonar cualquier pecado y ayudarme a arrepentirme de verdad. Elijo aceptar Tu perdón y entregarte todo el arrepentimiento y la vergüenza. Oro en el nombre de Jesús, amén.
Escritura
Acerca de este Plan
Muchas veces lo que vemos como nuestros mayores arrepentimientos, fracasos y errores se convierten en lo que más usa Dios en nuestras vidas. Él transforma nuestro quebranto en algo más hermoso de lo que podemos imaginar. Él toma nuestro desorden y crea una obra maestra. Dios es el artista y nuestras vidas son su lienzo. ¿Qué le permitirás crear a partir de las piezas rotas de tu vida? En este Plan de 5 días, leerás las escrituras y entenderás mejor cómo los crayones rotos siguen coloreando.
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