Viajando con Jesús - Devocional de Cuaresma de 40 díasMuestra

¿No pudieron mantenerse despiertos conmigo ni una hora? Les preguntó Jesús a Sus discípulos más cercanos cuando se durmieron en vez de orar con Él.

No veo que Jesús estuviese molesto por su letargo. Su pregunta es más profunda. Sabía que estos momentos en el Jardín de Getsemaní eran cruciales. Era un tiempo de preparación a través de la oración. Preparación para los intensos desafíos que tenían por delante. 

“Estén alerta y oren para no caer en tentación”, les advierte a los tres discípulos que llamó para estar con Él. 

Sabemos lo que sucedió después. Cuando las cosas se complicaron, los discípulos se dispersaron como el viento. Me pregunto:¿qué habría pasado si ellos, como Jesús, hubieran luchado en oración hasta llegar a un punto de completa obediencia y rendición? ¿Habrían sido capaces de mantenerse firmes cuando Jesús fue arrestado?

Jesús sabía lo frágil que sería su fe. Les dió a ellos —y nos da a nosotros— la armadura de la oración para protegernos de esa fragilidad.

Aplicación

¿Cuál es mi respuesta instintiva ante la presión? ¿Me pongo en oración preparándome para mis batallas diarias? ¿Entro en modo de pelea o de fuga? ¿Me pongo en modo de fe confiando en que Dios me estará cuidando?

Inclínate

Dios Padre, ayúdame a no rebajar el poder de la oración. Ayúdame a forjar tiempo para estar a Tus pies, luchando junto a Ti en oración para ganar el calibre espiritual que necesito para enfrentar desafíos. Necesito ese tiempo a solas contigo para estar preparado y no caer en tentación. Amén