Oswald Chambers: Alegría - Fuerza en el SeñorMuestra

Jesucristo no es solo El Salvador, Él es el Rey, y Él tiene el derecho de exigir cualquier cosa y todo de nosotros a su propia disposición. Hemos hablado de las alegrías y comodidades de la salvación; Jesucristo habla de tomar la cruz y seguirlo. Muy pocos de nosotros sabemos algo de la lealtad a Jesucristo. Miramos a Jesucristo como el mejor ejemplo de una vida cristiana; no lo concebimos como Dios encarnado, como todo el poder sobre la tierra y el cielo. Lo hacemos un compañero, alguien que en la batalla de la vida tiene más aliento que el resto de nosotros y se da la vuelta para echarnos una mano. Tratamos con Él como si fuera uno de nosotros; no nos quitamos los zapatos de los pies cuando Él habla. Jesucristo es el Salvador, y Él nos salva en su propio señoría absoluto y santo.

Preguntas para reflexionar: ¿Qué alegría he encontrado en el sacrificio? ¿Recibo más alegría al tener a Jesús como colega que como Rey? ¿Me alegra más pensar en gobernar en el reino de Dios o sufrir para promoverlo?

Citas tomadas de He Shall Glorify Me, © Discovery House Publishers