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SALMOS 7:1-17

SALMOS 7:1-17 Reina Valera 2020 (RV2020)

Señor, Dios mío, en ti he confiado; sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame, no sea que, cual león, desgarren mi alma y me destrocen sin que haya quien me libre. Señor, Dios mío, si de algo soy culpable, si hay en mis manos iniquidad, si he dado mal pago al que estaba en paz conmigo (al contrario, he liberado al que sin causa era mi enemigo), que me persiga el enemigo y me alcance, que pisotee en tierra mi vida y mi honra ponga en el polvo. Selah ¡Levántate, Señor, en tu ira! ¡Álzate en contra de la furia de mis adversarios y despierta en favor mío el juicio que mandaste! Te rodeará una congregación de pueblos y sobre ella vuélvete a sentar en alto. El Señor juzgará a los pueblos. Júzgame, Señor, conforme a mi justicia y conforme a mi integridad. Pon fin a la maldad de los malvados, mas establece tú al justo, porque el Dios justo prueba la mente y el corazón. Mi escudo está en Dios, que salva a los rectos de corazón. Dios es juez justo; y Dios está airado contra el impío todos los días. Si no se arrepiente, él afilará su espada; armado tiene ya su arco y lo ha preparado. Asimismo, ha preparado armas de muerte y ha hecho saetas ardientes. El impío concibió maldad, se preñó de iniquidad y dio a luz engaño. Pozo ha cavado y lo ha ahondado; pero en el hoyo que hizo, caerá. ¡Su iniquidad recaerá sobre su cabeza y su agravio caerá sobre su propia coronilla! Alabaré al Señor conforme a su justicia y cantaré al nombre del Señor, el Altísimo.

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SALMOS 7:1-17 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Señor, mi Dios, en ti busco protección; ¡sálvame de todos los que me persiguen! ¡Líbrame, pues son como leones; no sea que me despedacen y no haya quien me salve! Señor, mi Dios, ¿en cuál de estas cosas he incurrido? ¿Acaso he cometido un crimen? ¿Acaso he pagado a mi amigo mal por bien? ¿Acaso he oprimido sin razón a mi enemigo? De ser así, que mi enemigo me persiga; que me alcance y me arrastre por el suelo, y que haga rodar por tierra mi honor. ¡Levántate, Señor, con furor! ¡Haz frente a la furia de mis enemigos! Tú, que has decretado hacer justicia, ¡ponte de mi parte! Rodéate del conjunto de las naciones y pon tu trono en lo alto, por encima de ellas. Señor, tú juzgas a las naciones: júzgame conforme a mi honradez, júzgame conforme a mi inocencia. Dios justo, que examinas los pensamientos y los sentimientos más profundos, ¡pon fin a la maldad de los malvados, pero al hombre honrado manténlo firme! Mi protección es el Dios Altísimo, que salva a los de corazón sincero. Dios es un juez justo que condena la maldad en todo tiempo. Si el hombre no se vuelve a Dios, Dios afilará su espada; ya tiene su arco tenso, ya apunta sus flechas encendidas, ¡ya tiene listas sus armas mortales! Mirad al malvado: tiene dolores de parto, está preñado de maldad y dará a luz mentira. Ha cavado una fosa muy honda, y en su propia fosa caerá. ¡Su maldad y su violencia caerán sobre su propia cabeza! Alabaré al Señor porque él es justo; cantaré himnos al nombre del Señor, al nombre del Altísimo.

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SALMOS 7:1-17 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

¡Sálvame, SEÑOR mi Dios, porque en ti busco refugio! ¡Líbrame de todos mis perseguidores! De lo contrario, me devorarán como leones; me despedazarán, y no habrá quien me libre. SEÑOR mi Dios, ¿qué es lo que he hecho? ¿qué mal he cometido? Si he hecho daño a mi amigo, si he despojado sin razón al que me oprime, entonces que mi enemigo me persiga y me alcance; que me haga morder el polvo y arrastre mi honra por los suelos. Selah ¡Levántate, SEÑOR, en tu ira; enfréntate al furor de mis enemigos! ¡Despierta, oh Dios, e imparte justicia! Que en torno a ti se reúnan los pueblos; reina sobre ellos desde lo alto. ¡El SEÑOR juzgará a los pueblos! Júzgame, SEÑOR, conforme a mi justicia; págame conforme a mi inocencia. Dios justo, que examinas mente y corazón, acaba con la maldad de los malvados y mantén firme al que es justo. Mi escudo está en Dios, que salva a los de corazón recto. Dios es un juez justo, un Dios que en todo tiempo manifiesta su enojo. Si el malvado no se arrepiente, Dios afilará la espada y tensará el arco; ya ha preparado sus mortíferas armas; ya tiene listas sus llameantes flechas. Mirad al preñado de maldad: concibió iniquidad y parirá mentira. Cavó una fosa y la ahondó, y en esa misma fosa caerá. Su iniquidad se volverá contra él; su violencia recaerá sobre su cabeza. ¡Alabaré al SEÑOR por su justicia! ¡Al nombre del SEÑOR altísimo cantaré salmos!

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