MATEO 26:57-63
MATEO 26:57-63 Reina Valera 2020 (RV2020)
Los que apresaron a Jesús lo llevaron ante el sumo sacerdote Caifás, donde se habían reunido los escribas y los ancianos. Pedro lo siguió de lejos hasta el patio del sumo sacerdote, entró y se sentó con los guardias para ver el fin. Los principales sacerdotes, los ancianos y todo el Concilio, buscaban falso testimonio contra Jesús para entregarlo a la muerte. Aunque se presentaban muchos testigos falsos, no lo hallaban. Pero al fin comparecieron dos de estos testigos que dijeron: —Este afirmó: «Puedo derribar el templo de Dios y en tres días reedificarlo». Se levantó el sumo sacerdote y le preguntó: —¿No respondes nada? ¿Qué testifican estos contra ti? Pero Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: —Te conjuro por el Dios viviente que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios.
MATEO 26:57-63 La Palabra (versión española) (BLP)
Los que habían apresado a Jesús lo llevaron a casa de Caifás, el sumo sacerdote, donde se hallaban reunidos los maestros de la ley y los ancianos. Pedro, que lo había seguido de lejos hasta la mansión del sumo sacerdote, entró también y se sentó junto a los criados para ver en qué terminaba todo aquello. Los jefes de los sacerdotes y el pleno del Consejo Supremo andaban buscando un testimonio falso contra Jesús para condenarlo a muerte. Pero no lo encontraban, a pesar de los muchos testigos falsos que comparecían ante ellos. Finalmente comparecieron dos, que dijeron: —Este ha afirmado: «Yo puedo derribar el Templo de Dios y reconstruirlo en tres días». Levantándose entonces el sumo sacerdote, dijo a Jesús: —¿No tienes nada que alegar a lo que estos testifican contra ti? Pero Jesús permaneció en silencio. Entonces el sumo sacerdote le conminó: —¡En nombre del Dios vivo, te exijo que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios!
MATEO 26:57-63 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Los que habían apresado a Jesús lo condujeron a casa de Caifás, el sumo sacerdote, donde se hallaban reunidos los maestros de la ley y los ancianos. Pedro, que le había seguido de lejos hasta el patio de la casa del sumo sacerdote, entró y se sentó con los guardias del templo, para ver en qué terminaba el asunto. Los jefes de los sacerdotes y toda la Junta Suprema andaban buscando alguna prueba falsa para condenar a muerte a Jesús, pero no la encontraban, a pesar de los muchos falsos testigos que se presentaron para acusarle. Por fin se presentaron dos que afirmaron: –Este hombre ha dicho: ‘Yo puedo destruir el templo de Dios y volver a levantarlo en tres días.’ Entonces el sumo sacerdote se levantó y preguntó a Jesús: –¿No contestas nada? ¿Qué es lo que están diciendo contra ti? Pero Jesús permaneció callado. El sumo sacerdote le dijo: –¡En el nombre del Dios viviente te ordeno que digas la verdad! ¡Dinos si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios!
MATEO 26:57-63 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Los que habían arrestado a Jesús lo llevaron ante Caifás, el sumo sacerdote, donde se habían reunido los maestros de la ley y los ancianos. Pero Pedro lo siguió de lejos hasta el patio del sumo sacerdote. Entró y se sentó con los guardias para ver en qué terminaba aquello. Los jefes de los sacerdotes y el Consejo en pleno buscaban alguna prueba falsa contra Jesús para poder condenarlo a muerte. Pero no la encontraron, a pesar de que se presentaron muchos falsos testigos. Por fin se presentaron dos, que declararon: ―Este hombre dijo: “Puedo destruir el templo de Dios y reconstruirlo en tres días”. Poniéndose en pie, el sumo sacerdote le dijo a Jesús: ―¿No vas a responder? ¿Qué significan estas denuncias en tu contra? Pero Jesús se quedó callado. Así que el sumo sacerdote insistió: ―Te ordeno en el nombre del Dios viviente que nos digas si eres el Cristo, el Hijo de Dios.