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MATEO 26

26
4. Pasión y muerte del Señor (26–27)
El complot contra Jesús
(Mc 14.1-2; Lc 22.1-2; Jn 11.45-53)
1Cuando acabó Jesús de pronunciar todas estas palabras,#7.28. dijo a sus discípulos:
2 —Sabéis que dentro de dos días se celebra la Pascua # Ex 12.1-27; Dt 16.1-8. y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado.
3Por entonces los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás, 4y se confabularon para apresar con engaño a Jesús y matarlo. 5Pero decían:
—No durante la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo.#21.46+.
Jesús es ungido en Betania
(Mc 14.3-9; Jn 12.1-8)#Cf. también Lc 7.36-50.
6Estando Jesús en Betania,#21.17. en casa de Simón el leproso, 7se le acercó una mujer que llevaba un vaso de alabastro con perfume muy costoso y lo derramó sobre la cabeza de Jesús, que estaba sentado a la mesa. #Lc 7.37-38. 8Al ver esto, los discípulos se enojaron y dijeron:
—¿Para qué este desperdicio? 9Se podía haber vendido el perfume a buen precio y dado el dinero a los pobres.
10Jesús se percató y les dijo:
—¿Por qué molestáis a esta mujer? Lo que ha hecho conmigo es una buena obra, 11porque siempre tendréis pobres con vosotros,#Dt 15.11. pero a mí no siempre me tendréis. 12Ha derramado este perfume sobre mi cuerpo con el fin de prepararme para la sepultura. 13Os aseguro que en cualquier lugar del mundo donde se predique este evangelio, se recordará también a esta mujer y lo que hizo.
Judas ofrece entregar a Jesús
(Mc 14.10-11; Lc 22.3-6)
14Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes 15y les dijo:
—¿Cuánto me daréis si os entrego a Jesús?
Ellos le asignaron treinta piezas de plata. 16Desde entonces buscaba una oportunidad para entregarlo.
La Cena del Señor
(Mc 14.12-25; Lc 22.7-23; Jn 13.21-30; 1 Co 11.23-26)
17El primer día de la fiesta de los Panes sin levadura se acercaron los discípulos a Jesús y le dijeron:
—¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?
18Él dijo:
—Id a la ciudad y decid a cierto hombre: «El Maestro dice: Mi tiempo está cerca. En tu casa celebraré la Pascua con mis discípulos».
19Los discípulos hicieron como Jesús les mandó y prepararon la Pascua.
20Al anochecer, se sentó a la mesa con los doce 21y mientras comían, dijo:
—Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar.
22Los discípulos, enormemente apenados, comenzaron a preguntarle uno tras otro:
—¿Acaso seré yo, Señor?
23Él respondió:
—El que mete la mano conmigo en mi plato me va a entregar. 24A la verdad el Hijo del Hombre ha de seguir su camino, tal como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del Hombre es entregado! Mejor le fuera no haber nacido.
25Entonces dijo Judas, el que lo iba a entregar:#10.4+.
—¿Soy yo, Maestro?
Le respondió:
—Tú lo has dicho.
26Mientras comían, tomó Jesús el pan, lo bendijo, lo partió y dio a sus discípulos diciendo:
—Tomad, comed; esto es mi cuerpo.
27Y tomando la copa y habiendo dado gracias, se la pasó diciendo:
—Bebed de ella todos, 28porque esto es mi sangre del nuevo pacto #Ex 24.6-8; Jer 31.31-34; Zac 9.11; Heb 10.29; 13.20. que por muchos#20.28. es derramada para perdón de los pecados. #Ro 3.25; Ef 2.13; 1 Jn 1.7. 29Os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.
Jesús anuncia la negación de Pedro
(Mc 14.26-31; Lc 22.31-34; Jn 13.36-38)
30Después de haber cantado el himno, salieron hacia el monte de los Olivos. 31Entonces Jesús les dijo:
—Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche, pues escrito está: Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño.#Zac 13.7; cf. también v. 56 (= Mc 14.50). 32Pero después de que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.#28.7,10,16; Mc 16.7; cf. Jn 21.1.
33Replicó Pedro:
—Aunque todos te fallen,#Cf. v. 31. yo nunca te fallaré.
34Jesús le dijo:
—Te aseguro que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. # Cf. v. 75 (= Mc 14.72 = Lc 22.61).
35Pedro insistió:
—Aunque tenga que morir contigo, no te negaré.
Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
Jesús ora en Getsemaní
(Mc 14.32-42; Lc 22.39-46)
36Llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní #Jn 18.1. y dijo a sus discípulos:
—Quedaos aquí sentados mientras yo voy más allá a orar.
37Jesús se llevó consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. 38Entonces les dijo:
—Mi alma siente una tristeza de muerte. # Sal 42.5; Jn 12.27. Quedaos aquí y velad conmigo.
39Se adelantó unos pasos e inclinándose sobre su rostro, oró así:
—Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; # 20.22. pero no sea como yo quiero, sino como quieres tú.#26.42; Jn 12.27.
40Volvió luego a sus discípulos y los halló durmiendo, y dijo a Pedro:
—¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? 41Velad y orad para que no entréis en tentación.#6.13 (= Lc 11.4). Cf. también Lc 22.40-46. El espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
42Otra vez se alejó y oró por segunda vez:
—Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad. # 6.10. Cf. también Jn 18.11.
43Volvió de nuevo y los halló durmiendo, porque tenían los ojos cargados de sueño. 44Los dejó y se fue. Oró por tercera vez con las mismas palabras. 45Luego se acercó a sus discípulos y les dijo:
—¡Seguid durmiendo y descansando! Ha llegado la hora # Cf. v. 18; Jn 2.4. y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. 46¡Levantaos, vamos!#Jn 14.31. Ved, se acerca el que me va a entregar.
Arresto de Jesús
(Mc 14.43-50; Lc 22.47-53; Jn 18.2-11)
47Aún estaba él hablando cuando llegó Judas, uno de los doce. Con él venía mucha gente con espadas y palos enviada por los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo.#12.14+. 48Y el que lo entregaba les había dado señal:
—Al que yo bese, ese es. Apresadlo.
49En seguida se acercó a Jesús y dijo:
—¡Hola, Maestro!#Cf. v. 25.
Y lo besó. 50Jesús le preguntó:
—Amigo, ¿a qué vienes?
Entonces se acercaron a Jesús y lo apresaron. 51Pero uno de los que estaban con él echó mano de su espada, hirió a un siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja. 52Jesús le dijo:
—Envaina tu espada, porque todos los que tomen espada, a espada perecerán. # Gn 9.5-6. 53¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre y que él no me enviaría más de doce legiones de ángeles? 54¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras cuando dicen que es necesario que así se haga?
55En aquella hora dijo Jesús a la gente:
—¿Como contra un ladrón # Mc 15.7; Jn 18.40. habéis salido con espadas y con palos para apresarme? Diariamente me sentaba con vosotros y enseñaba en el templo#21.23; Lc 19.47; 21.37; Jn 18.19-21. y no me prendisteis. 56Mas todo esto sucede para que se cumplan las Escrituras de los profetas.
Y entonces todos los discípulos lo dejaron y huyeron.#Cf. v. 31 (= Mc 14.27).
Jesús ante el Concilio
(Mc 14.53-65; Lc 22.54,63-71; Jn 18.12-14,19-24)
57Los que apresaron a Jesús lo llevaron ante el sumo sacerdote Caifás,#Cf. v. 3. donde se habían reunido los escribas y los ancianos. 58Pedro lo siguió de lejos hasta el patio del sumo sacerdote, entró y se sentó con los guardias para ver el fin. 59Los principales sacerdotes, los ancianos y todo el Concilio, buscaban falso testimonio contra Jesús para entregarlo a la muerte. 60Aunque se presentaban muchos testigos falsos, no lo hallaban. Pero al fin comparecieron dos de estos testigos 61que dijeron:
—Este afirmó: «Puedo derribar el templo de Dios y en tres días reedificarlo».#27.40; Jn 2.19-22; Hch 6.14.
62Se levantó el sumo sacerdote y le preguntó:
—¿No respondes nada? ¿Qué testifican estos contra ti?
63Pero Jesús callaba. #27.12,14; Lc 23.9; Jn 19.9; cf. Is 53.7. Entonces el sumo sacerdote le dijo:
—Te conjuro por el Dios viviente que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios.
64Jesús respondió:
—Tú lo has dicho. Y además yo os digo que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios y viniendo en las nubes del cielo. # Sal 110.1; Dn 7.13; Mt 23.39; 24.30 (= Mc 13.26 = Lc 21.27).
65Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras y exclamó:
—¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? Ahora mismo habéis oído su blasfemia. 66¿Qué os parece?
Y ellos respondieron:
—¡Es reo de muerte! #Jn 19.7; cf. Lv 24.15-16.
67Y empezaron a escupirle en el rostro, le daban puñetazos y lo abofeteaban#Is 50.5-6; 53.5. 68diciendo:
—Profetízanos, Cristo, quién es el que te ha golpeado.
Pedro niega a Jesús
(Mc 14.66-72; Lc 22.55-62; Jn 18.15-18,25-27)
69Pedro estaba sentado fuera, en el patio. Se le acercó una criada y le dijo:
—Tú también estabas con Jesús, el galileo.
70Pero él lo negó delante de todos:
—No sé lo que dices.
71Pedro salió a la puerta y lo vio otra mujer y dijo a los que estaban allí:
—También este andaba con Jesús, el nazareno.#2.23.
72Pero él otra vez lo negó, jurando:
—¡No conozco a ese hombre!
73Un poco después se le acercaron los que por allí estaban y le dijeron:
—No cabe duda de que tú también eres de ellos. Tu acento te delata.
74Pedro entonces comenzó a maldecir y a jurar de nuevo:
—¡No conozco a ese hombre!
Y al instante cantó el gallo. 75Pedro se acordó de las palabras que Jesús le había dicho: «Antes de que cante el gallo, me negarás tres veces».#Cf. v. 34 (= Mc 14.30 = Lc 22.34 = Jn 13.38). Salió fuera y lloró amargamente.

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