MATEO 26:1-5
MATEO 26:1-5 Reina Valera 2020 (RV2020)
Cuando acabó Jesús de pronunciar todas estas palabras, dijo a sus discípulos: —Sabéis que dentro de dos días se celebra la Pascua y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado. Por entonces los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás, y se confabularon para apresar con engaño a Jesús y matarlo. Pero decían: —No durante la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo.
MATEO 26:1-5 La Palabra (versión española) (BLP)
Cuando Jesús terminó todos estos discursos, dijo a sus discípulos: —Como sabéis, dentro de dos días es la Pascua, y el Hijo del hombre va a ser entregado para que lo crucifiquen. Por entonces se reunieron los jefes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo en casa de Caifás, el sumo sacerdote. Allí tomaron el acuerdo de tender una trampa a Jesús para prenderlo y darle muerte. Dijeron, sin embargo: —No lo hagamos durante la fiesta, a fin de evitar que se altere el orden público.
MATEO 26:1-5 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Cuando acabó todas estas enseñanzas, Jesús dijo a sus discípulos: –Como sabéis, dentro de dos días es la fiesta de la Pascua, y el Hijo del hombre será entregado para que lo crucifiquen. Por aquel entonces, los jefes de los sacerdotes y los ancianos de los judíos se reunieron en el palacio de Caifás, el sumo sacerdote, e hicieron planes para apresar a Jesús mediante algún engaño y matarlo. Pero decían: –No lo hagamos durante la fiesta, para que la gente no se alborote.
MATEO 26:1-5 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Después de exponer todas estas cosas, Jesús dijo a sus discípulos: «Como ya sabéis, faltan dos días para la Pascua, y el Hijo del hombre será entregado para que lo crucifiquen». Se reunieron entonces los jefes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo en el palacio de Caifás, el sumo sacerdote, y con artimañas buscaban cómo arrestar a Jesús para matarlo. «Pero no durante la fiesta —decían—, no sea que se amotine el pueblo».