MATEO 21:33-41
MATEO 21:33-41 Reina Valera 2020 (RV2020)
Oíd otra parábola: Un hombre, propietario de una finca, plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre. Luego la arrendó a unos labradores y se fue lejos. Cuando se acercó el tiempo de vendimiar, envió sus siervos a los labradores para que recibieran sus frutos. Pero los labradores tomaron a los siervos y golpearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon. El señor envió de nuevo otros siervos, en mayor número que los primeros, y los labradores hicieron con ellos lo mismo. Finalmente les envió su hijo, pensando: «Tendrán respeto a mi hijo». Pero los labradores, cuando lo vieron, dijeron entre sí: «Este es el heredero, venid, matémoslo y apoderémonos de su heredad». Y lo tomaron, lo echaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando venga, pues, el señor de la viña, ¿qué hará a aquellos labradores? Le dijeron: —Destruirá a los malos sin misericordia y arrendará su viña a otros labradores que le paguen el fruto a su tiempo.
MATEO 21:33-41 La Palabra (versión española) (BLP)
Escuchad esta otra parábola: Una vez un padre de familia plantó una viña, la cercó con una valla, construyó un lagar y levantó en ella una torre; luego la arrendó a unos labradores y se fue de viaje. Cuando llegó el tiempo de la vendimia, envió sus criados para percibir de los labradores el fruto que le correspondía. Pero los labradores, cayendo sobre los criados, golpearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon. El amo envió otros criados, en mayor número que la primera vez; pero los labradores hicieron lo mismo con ellos. Por último envió a su propio hijo, pensando: «A mi hijo lo respetarán». Pero cuando los labradores vieron que se trataba del hijo del amo, se dijeron: «Este es el heredero. Matémoslo, y apoderémonos de su herencia». Y, echándole mano, lo arrojaron fuera de la viña y lo asesinaron. Por tanto, cuando venga el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores? Contestaron a Jesús: —Son unos miserables; los hará perecer sin compasión y confiará la viña a otros labradores que le entreguen a su tiempo el fruto que le corresponda.
MATEO 21:33-41 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Escuchad otra parábola: El dueño de una finca plantó una viña, le puso una cerca, construyó un lagar y levantó una torre para vigilarla. Luego la arrendó a unos labradores y se fue de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, mandó unos criados a recibir de los labradores la parte de la cosecha que le correspondía. Pero los labradores echaron mano a los criados: golpearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon. El dueño envió otros criados, en mayor número que al principio; pero los labradores los trataron a todos del mismo modo. “Por último mandó a su propio hijo, pensando: ‘Sin duda, respetarán a mi hijo.’ Pero cuando vieron al hijo, los labradores se dijeron unos a otros: ‘Este es el heredero; matémoslo y nos quedaremos con la viña.’ Así que le echaron mano, lo sacaron de la viña y lo mataron. “Pues bien, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué creéis que hará con aquellos labradores?” Le contestaron: –Matará sin compasión a esos malvados y dará la viña a otros labradores que le entreguen a su debido tiempo la parte de la cosecha que le corresponde.
MATEO 21:33-41 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó un viñedo. Lo cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Luego arrendó el viñedo a unos labradores y se fue de viaje. Cuando se acercó el tiempo de la cosecha, mandó sus siervos a los labradores para recibir de estos lo que le correspondía. Los labradores agarraron a esos siervos; golpearon a uno, mataron a otro y apedrearon a un tercero. Después les mandó otros siervos, en mayor número que la primera vez, y también los maltrataron. »Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: “¡A mi hijo sí lo respetarán!” Pero, cuando los labradores vieron al hijo, se dijeron unos a otros: “Este es el heredero. Matémoslo, para quedarnos con su herencia”. Así que le echaron mano, lo arrojaron fuera del viñedo y lo mataron. »Ahora bien, cuando vuelva el dueño, ¿qué hará con esos labradores?» ―Hará que esos malvados tengan un fin miserable —respondieron—, y arrendará el viñedo a otros labradores que le den lo que le corresponde cuando llegue el tiempo de la cosecha.