JOB 31:1-12
JOB 31:1-12 La Palabra (versión española) (BLP)
Yo hice un pacto con mis ojos de no fijarme en doncella. ¿Qué suerte nos reserva Dios allá arriba, qué herencia nos guarda el Todopoderoso en lo alto? ¿No reserva el desastre al criminal y no le espera el fracaso al malhechor? ¿No vigila mi conducta y observa mis andanzas? ¿Caminé acompañado del embuste y han corrido mis pies tras la mentira? Que me pese en balanza sin trampa y así comprobará Dios mi integridad. Si aparté mis pasos del camino, guiado por los caprichos de mis ojos; si se pegó alguna mancha a mis manos, ¡que otro devore mi sembrado, que me arranquen mis retoños! Si cedí a la atracción de otra mujer, acechando a la puerta del vecino, ¡que mi esposa muela para otro, que un extraño se acueste con ella! Pues sería un caso de infamia, una ofensa que reclama justicia: un fuego que consumiría hasta el Abismo, que devoraría mi hacienda de raíz.
JOB 31:1-12 Reina Valera 2020 (RV2020)
Hice pacto con mis ojos de no fijarme en ninguna doncella. Porque ¿qué galardón me daría Dios desde arriba? ¿Qué heredad me daría el Omnipotente en las alturas? ¿Es que no hay desgracia para el malvado, infortunio para los que hacen iniquidad? ¿Acaso él no ve mis caminos y cuenta todos mis pasos? ¿Es que yo anduve con mentiras, o corrieron mis pies al engaño? ¡Que Dios me pese en la balanza de la justicia y reconocerá mi integridad! Si mis pasos se apartaron del camino, si mi corazón se fue tras mis ojos, si algo se pegó a mis manos, ¡siembre yo y otro coma! ¡Sea arrancada mi siembra! Si fue engañado mi corazón por alguna mujer, si estuve acechando a la puerta de mi prójimo, ¡muela para otro mi mujer y sobre ella otros se encorven! Porque eso es maldad e iniquidad que han de castigar los jueces. Porque eso es un fuego que devoraría hasta el Abadón y consumiría toda mi hacienda.
JOB 31:1-12 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Me he impuesto por norma no codiciar ni siquiera a las solteras. ¿Cuál es la recompensa que el Todopoderoso da a cada hombre desde lo alto del cielo? ¿No es acaso al malvado y pecador a quien corresponde la desgracia? ¿O es que Dios no ve lo que hago ni observa cada uno de mis pasos? Juro que nunca he procedido con malicia ni he intentado engañar a nadie. ¡Que Dios me pese con balanza justa y se convencerá de mi inocencia! Si me he desviado del camino recto, si me he dejado llevar de la codicia, si algo ajeno se ha encontrado en mi poder, que otros se coman lo que yo he sembrado y arranquen de raíz lo que planté. Si me he dejado seducir por una mujer o me he puesto a espiar a la mujer de mi vecino, que mi esposa sea esclava de otros y extraños se acuesten con ella. Pues mis acciones serían infames; serían actos dignos de castigo. Serían como un incendio destructor que destruiría todo cuanto tengo.
JOB 31:1-12 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Yo había convenido con mis ojos no mirar con lujuria a ninguna mujer. ¿Qué se recibe del Dios altísimo? ¿Qué se hereda del Todopoderoso en las alturas? ¿No es acaso la ruina para los malvados y el desastre para los malhechores? ¿Acaso no se fija Dios en mis caminos y toma en cuenta todos mis pasos? »Si he andado en malos pasos, o mis pies han corrido tras la mentira, ¡que Dios me pese en una balanza justa, y así sabrá que soy inocente! Si mis pies se han apartado del camino, o mi corazón se ha dejado llevar por mis ojos, o mis manos se han llenado de ignominia, ¡que se coman otros lo que yo he sembrado, y que sean destruidas mis cosechas! »Si por alguna mujer me he dejado seducir, si a las puertas de mi prójimo he estado al acecho, ¡que mi esposa muela el grano de otro hombre, y que otros hombres se acuesten con ella! Eso habría sido una infamia, ¡un pecado que tendría que ser juzgado! ¡Habría sido un incendio destructor! ¡Habría arrancado mi cosecha de raíz!