JUAN 18:28-32
JUAN 18:28-32 La Palabra (versión española) (BLP)
Condujeron a Jesús de casa de Caifás al palacio del gobernador. Era muy de mañana. Los judíos no entraron en el palacio para no contraer una impureza legal que les habría impedido participar en la cena de Pascua. Por eso tuvo que salir Pilato para preguntarles: —¿De qué acusáis a este hombre? Ellos le contestaron: —Si no fuese un criminal, no te lo habríamos entregado. Pilato les dijo: —Muy bien, lleváoslo y juzgadlo según vuestra ley. Los judíos replicaron: —Nosotros no tenemos autoridad para dar muerte a nadie. Y es que tenía que cumplirse lo que Jesús había anunciado sobre la clase de muerte que iba a sufrir.
JUAN 18:28-32 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Llevaron a Jesús de la casa de Caifás al palacio del gobernador romano. Como ya comenzaba a amanecer, los judíos no entraron en el palacio, pues habrían quedado ritualmente impuros y no habrían podido comer la cena de Pascua. Por eso salió Pilato a hablar con ellos y les preguntó: –¿De qué acusáis a este hombre? –Si no fuera un criminal –le contestaron–, no te lo habríamos entregado. Pilato les dijo: –Lleváoslo y juzgadle conforme a vuestra propia ley. Los judíos contestaron: –Los judíos no tenemos autoridad para ejecutar a nadie. Así se cumplió lo que Jesús había dicho sobre la manera en que tendría que morir.
JUAN 18:28-32 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Luego los judíos llevaron a Jesús de la casa de Caifás al palacio del gobernador romano. Como ya amanecía, los judíos no entraron en el palacio, pues de hacerlo se contaminarían ritualmente y no podrían comer la Pascua. Así que Pilato salió a interrogarlos: ―¿De qué delito acusáis a este hombre? ―Si no fuera un malhechor —respondieron—, no te lo habríamos entregado. ―Pues lleváoslo vosotros y juzgadlo según vuestra ley —les dijo Pilato. ―Nosotros no tenemos ninguna autoridad para ejecutar a nadie —objetaron los judíos. Esto sucedió para que se cumpliera lo que Jesús había dicho, al indicar la clase de muerte que iba a sufrir.
JUAN 18:28-32 Reina Valera 2020 (RV2020)
Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era por la mañana. Como los judíos no entraron en el pretorio para no contaminarse y así poder comer el cordero de Pascua, salió Pilato a donde ellos estaban y les preguntó: —¿De qué acusáis a este hombre? Respondieron: —Si no fuera un malhechor, no te lo habríamos entregado. Pilato replicó: —Lleváoslo y juzgadlo según vuestra ley. Los judíos le dijeron: —A nosotros no nos está permitido dar muerte a nadie. (Y es que tenía que cumplirse lo que Jesús había anunciado sobre la clase de muerte que iba a sufrir).
JUAN 18:28-32 La Palabra (versión española) (BLP)
Condujeron a Jesús de casa de Caifás al palacio del gobernador. Era muy de mañana. Los judíos no entraron en el palacio para no contraer una impureza legal que les habría impedido participar en la cena de Pascua. Por eso tuvo que salir Pilato para preguntarles: —¿De qué acusáis a este hombre? Ellos le contestaron: —Si no fuese un criminal, no te lo habríamos entregado. Pilato les dijo: —Muy bien, lleváoslo y juzgadlo según vuestra ley. Los judíos replicaron: —Nosotros no tenemos autoridad para dar muerte a nadie. Y es que tenía que cumplirse lo que Jesús había anunciado sobre la clase de muerte que iba a sufrir.
JUAN 18:28-32 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Llevaron a Jesús de la casa de Caifás al palacio del gobernador romano. Como ya comenzaba a amanecer, los judíos no entraron en el palacio, pues habrían quedado ritualmente impuros y no habrían podido comer la cena de Pascua. Por eso salió Pilato a hablar con ellos y les preguntó: –¿De qué acusáis a este hombre? –Si no fuera un criminal –le contestaron–, no te lo habríamos entregado. Pilato les dijo: –Lleváoslo y juzgadle conforme a vuestra propia ley. Los judíos contestaron: –Los judíos no tenemos autoridad para ejecutar a nadie. Así se cumplió lo que Jesús había dicho sobre la manera en que tendría que morir.
JUAN 18:28-32 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Luego los judíos llevaron a Jesús de la casa de Caifás al palacio del gobernador romano. Como ya amanecía, los judíos no entraron en el palacio, pues de hacerlo se contaminarían ritualmente y no podrían comer la Pascua. Así que Pilato salió a interrogarlos: ―¿De qué delito acusáis a este hombre? ―Si no fuera un malhechor —respondieron—, no te lo habríamos entregado. ―Pues lleváoslo vosotros y juzgadlo según vuestra ley —les dijo Pilato. ―Nosotros no tenemos ninguna autoridad para ejecutar a nadie —objetaron los judíos. Esto sucedió para que se cumpliera lo que Jesús había dicho, al indicar la clase de muerte que iba a sufrir.