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JUAN 18

18
2. Eventos pascuales (18–20)
a. Arresto de Jesús (18.1-27)
(Mt 26.47-56; Mc 14.43-50; Lc 22.47-53)
1Dichas estas cosas, Jesús salió con sus discípulos y pasó al otro lado del torrente Cedrón. Había allí un huerto y entraron en él.#Mt 26.36; Mc 14.32. 2Judas, el que lo iba a entregar,#Mt 10.4+. también conocía aquel lugar porque muchas veces Jesús se había reunido allí con sus discípulos.#Lc 21.37; 22.39. 3Así, pues, Judas, habiendo tomado una compañía de soldados y guardias de los principales sacerdotes y de los fariseos, se dirigió a ese lugar con linternas, antorchas y armas. 4Pero Jesús, que sabía todo lo que iba a sucederle,#13.1. salió a su encuentro y les preguntó:
—¿A quién buscáis?
5Le repitieron:
—A Jesús nazareno.
Jesús les dijo:
—Yo soy.
Con ellos estaba también Judas, el que lo iba a entregar. 6Al decirles Jesús: «Yo soy», ellos retrocedieron y cayeron a tierra. 7Jesús les preguntó otra vez:
—¿A quién buscáis?
Ellos respondieron:
—A Jesús nazareno.
8Jesús les dijo:
—Os he dicho que soy yo. Si me buscáis a mí, dejad que estos se vayan.
9Así se cumplía lo que había dicho: «De los que me diste, no perdí ninguno». #6.39; 10.28-29; 17.12. 10Entonces Simón Pedro, que tenía una espada,#Lc 22.36,38. la desenvainó, e hirió al siervo del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha. El siervo se llamaba Malco. 11Jesús entonces le dijo a Pedro:
—Envaina tu espada. ¿No he de beber la copa # Mt 26.39; Mc 14.36; Lc 22.42; Jn 12.27. que el Padre me ha dado a beber?#Mt 20.22 (= Mc 10.38); 26.39 (= Mc 14.36 = Lc 22.42).
Jesús ante el sumo sacerdote
(Mt 26.57-58; Mc 14.53-54; Lc 22.54)
12La compañía de soldados, el comandante y los guardias de los judíos arrestaron a Jesús. Lo ataron 13y lo llevaron primeramente ante Anás, que era el suegro de Caifás, y este, sumo sacerdote aquel año. #11.49. 14Este Caifás fue el que había dado a los judíos aquel consejo: «Es conveniente que muera un solo hombre por el pueblo».#11.49-51.
Pedro en el patio de Anás
(Mt 26.69-70; Mc 14.66-68; Lc 22.55-57)
15Simón Pedro y otro discípulo#13.23. seguían a Jesús. Este discípulo, como era conocido del sumo sacerdote, entró con Jesús al patio del sumo sacerdote, 16Pedro se quedó afuera, a la puerta, hasta que salió el discípulo que era conocido del sumo sacerdote, quien habló con la portera, e hizo entrar también a Pedro. 17Y entonces la criada que hacía de portera le preguntó:
—¿No eres tú también de los discípulos de este hombre?
Pedro respondió:
—¡No lo soy!
18De pie, los siervos y los guardias se calentaban en torno al fuego que habían encendido porque hacía frío. También Pedro se quedó de pie junto a ellos, calentándose.
Anás interroga a Jesús
(Mt 26.59-66; Mc 14.55-64; Lc 22.66-71)
19El sumo sacerdote preguntó a Jesús acerca de sus discípulos y de su enseñanza. 20Jesús le respondió:
—Yo he hablado abiertamente ante todo el mundo. Siempre he enseñado en la sinagoga y en el templo, # 6.59; 7.14; 10.23; cf. Mc 14.49; Lc 19.47; 21.37. donde se reúnen todos los judíos. Nunca he dicho nada en secreto. 21¿Por qué me preguntas a mí? Pregunta a quienes me han oído de qué les he hablado. Ellos saben lo que yo he dicho.
22Al oír esta respuesta, uno de los guardias que estaba allí le dio una bofetada#Mt 26.67; Mc 14.65. y le dijo:
—¿Cómo te atreves a contestar así al sumo sacerdote?#Hch 23.2.
23Jesús le respondió:
—Si he hablado mal, demuéstrame en qué; pero si he hablado bien, ¿por qué me pegas?
24Anás entonces lo envió atado a Caifás, el sumo sacerdote.
Pedro niega a Jesús
(Mt 26.71-75; Mc 14.69-72; Lc 22.58-62)
25Pedro seguía en pie calentándose y le preguntaron:
—¿No eres tú de sus discípulos?
Él lo negó diciendo:
—¡No lo soy!
26Uno de los siervos del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro había cortado la oreja,#Cf. v. 10. replicó:
—¿No te vi yo en el huerto con él?
27Pedro negó otra vez, y en aquel momento un gallo cantó.#13.38.
b. Juicio ante Pilato y crucifixión (18.28–19.42)
(Mt 27.1-2,11-31; Mc 15.1-20; Lc 23.1-5,13-25)
28Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era por la mañana. Como los judíos no entraron en el pretorio para no contaminarse y así poder comer el cordero de Pascua, 29salió Pilato a donde ellos estaban#19.13. y les preguntó:
—¿De qué acusáis a este hombre?
30Respondieron:
—Si no fuera un malhechor, no te lo habríamos entregado.
31Pilato replicó:
—Lleváoslo y juzgadlo según vuestra ley.
Los judíos le dijeron:
—A nosotros no nos está permitido dar muerte a nadie.#Mt 27.2.
32(Y es que tenía que cumplirse lo que Jesús había anunciado sobre la clase de muerte que iba a sufrir).#3.14; 8.28; 12.33; Ver también v. 9.
33Entonces Pilato volvió a entrar en el pretorio, llamó a Jesús y le preguntó:
—¿Eres tú el Rey de los judíos?
34Jesús le respondió:
—¿Dices tú esto por ti mismo o te lo han dicho otros de mí?
35Pilato le respondió:
—¿Soy yo acaso judío? Tu nación y los principales sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?
36Respondió Jesús:
—Mi reino no es de este mundo. Si lo fuera, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.
37Repuso entonces Pilato:
—¿Así que tú eres rey?
Respondió Jesús:
—Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo aquel que es de la verdad oye mi voz.#1 Ti 6.13.
38Pilato repuso de nuevo:
—¿Qué es la verdad?
Y dicho esto, salió otra vez a donde estaban los judíos#Cf. v. 28. y les dirigió estas palabras:
—Yo no hallo en él ningún delito. 39Pero como vosotros tenéis la costumbre de que os suelte a un preso en la Pascua, ¿queréis, pues, que os suelte al rey de los judíos?#12.13.
40Ellos gritaron nuevamente diciendo:
—¡A ese no! ¡A Barrabás!
Y Barrabás era un bandido.

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JUAN 18: RV2020

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