JEREMÍAS 33:14-26
JEREMÍAS 33:14-26 Reina Valera 2020 (RV2020)
Vienen días, dice el Señor, en que yo confirmaré la buena palabra que he hablado a la casa de Israel y a la casa de Judá. En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar a David un Renuevo justo, que actuará conforme al derecho y la justicia en la tierra. En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén habitará segura. Y se le llamará: «El Señor, justicia nuestra». Porque así dice el Señor: No faltará a David un descendiente que se siente sobre el trono de la casa de Israel, ni a los sacerdotes y levitas faltará un descendiente que delante de mí ofrezca holocausto, encienda ofrenda y haga sacrificio cada día. Vino palabra del Señor a Jeremías: —Así ha dicho el Señor: Si pudiera invalidarse mi pacto con el día y mi pacto con la noche, de tal manera que no hubiera día ni noche a su debido tiempo, podría también invalidarse mi pacto con mi siervo David, para que deje de tener un hijo que reine sobre su trono, y mi pacto con los levitas y sacerdotes, mis ministros. Como no puede ser contado el ejército del cielo ni se puede medir la arena del mar, así multiplicaré la descendencia de David, mi siervo, y de los levitas que me sirven. Vino palabra del Señor a Jeremías: —¿No te has fijado en lo que habla este pueblo: «Las dos familias que el Señor escogió, las ha desechado»? ¡Así de poco valoran a mi pueblo, que ni siquiera lo tienen por nación! Esto ha dicho el Señor: Si yo no he establecido mi pacto con el día y con la noche, si no he puesto las leyes del cielo y de la tierra, entonces es cierto que rechazaré la descendencia de Jacob y de David, mi siervo, para no tomar de entre ellos a quien sea señor sobre la posteridad de Abrahán, de Isaac y de Jacob. Haré volver a sus cautivos y tendré de ellos misericordia.
JEREMÍAS 33:14-26 La Palabra (versión española) (BLP)
Ya llegan días —oráculo del Señor— en que cumpliré lo que anuncié sobre Israel y Judá. En aquellos días y en aquel tiempo le brotará a David un vástago legítimo que impondrá en el país la justicia y el derecho. En aquellos días Judá quedará a salvo y Jerusalén podrá vivir confiada, y la llamarán «el Señor es nuestra justicia». Pues así dice el Señor: No le faltará a David quien se siente en el trono de Israel. Tampoco le faltarán a la tribu de Leví sacerdotes que ofrezcan holocaustos, que me quemen ofrendas y que me hagan sacrificios a diario. Jeremías recibió la palabra del Señor en estos términos: —Así dice el Señor: Si sois capaces de romper mi pacto con el día y con la noche, de modo que no haya día ni noche cuando corresponde, también podrá romperse mi alianza con mi siervo David, de modo que ya no tenga quien le suceda en el trono, y con mis servidores los sacerdotes de la tribu de Leví. Así como no es posible contar los astros del cielo o calcular la arena del mar, así de incontable e incalculable haré a la descendencia de mi siervo David y a los levitas, mis servidores. Jeremías recibió la palabra del Señor en estos términos: —¿No has visto lo que anda diciendo esta gente: que el Señor ha rechazado a las dos familias que había elegido? Pues hablando así desprecian a mi pueblo y no lo tienen por nación. Así dice el Señor: Tan cierto como que he pactado una alianza con el día y con la noche, y he establecido las leyes del cielo y de la tierra, lo es que no voy a impedir que surjan de la estirpe de Jacob y de mi siervo David personas que gobiernen a la estirpe de Abrahán, de Isaac y de Jacob, pues voy a cambiar su suerte y me compadeceré de ellos.
JEREMÍAS 33:14-26 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El Señor afirma: “Llegará el día en que cumpliré las promesas de bendición que hice al pueblo de Israel y de Judá. Cuando llegue ese tiempo y ese día, haré que David tenga un descendiente legítimo, que establecerá la justicia y la rectitud en el país. En aquel tiempo, Judá estará a salvo y Jerusalén vivirá segura, y este es el nombre que le darán: ‘El Señor es nuestra victoria.’ Yo, el Señor, digo: Nunca faltará un descendiente de David que ocupe el trono de Israel, ni faltarán jamás sacerdotes descendientes de Leví que todos los días me ofrezcan holocaustos, quemen ofrendas de cereales en mi honor y me dediquen otros sacrificios.” El Señor se dirigió a Jeremías y le dijo: “Yo, el Señor, digo: Es imposible que deje de cumplirse el pacto que he hecho con el día y con la noche, de manera que ni el día ni la noche dejen de llegar a su debido tiempo. Del mismo modo, es imposible que deje de cumplirse mi pacto con mi siervo David, y que deje de haber un descendiente suyo que reine en su trono, o que deje de cumplirse mi pacto con mis ministros, los sacerdotes descendientes de Leví. Y a los descendientes de mi siervo David, y a mis ministros, los descendientes de Leví, los haré tan numerosos como las estrellas del cielo y los granos de arena del mar, que nadie puede contar.” El Señor se dirigió a Jeremías y le dijo: “¿No has notado cómo la gente dice que he rechazado a las dos familias que yo mismo había escogido, a Israel y Judá? ¡Por eso miran con desprecio a mi pueblo y ya ni lo consideran una nación! Pues yo, el Señor, digo: Yo, que he hecho un pacto con el día y con la noche, y que he fijado las leyes que gobiernan el cielo y la tierra, jamás rechazaré a los descendientes de Jacob y de David mi siervo, ni dejaré de tomar de entre ellos a quienes gobiernen a los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob. Porque yo tendré compasión de ellos y haré que cambie su suerte.”
JEREMÍAS 33:14-26 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»”Llegarán días —afirma el SEÑOR—, en que cumpliré la promesa de bendición que hice al pueblo de Israel y a la tribu de Judá. »”En aquellos días, y en aquel tiempo, haré que brote de David un renuevo justo, y él practicará la justicia y el derecho en el país. En aquellos días Judá estará a salvo, y Jerusalén morará segura. Y será llamada así: ‘El SEÑOR es nuestra justicia’ ”. Porque así dice el SEÑOR: “Nunca le faltará a David un descendiente que ocupe el trono del pueblo de Israel. Tampoco a los sacerdotes levitas les faltará un descendiente que en mi presencia ofrezca holocausto, queme ofrendas de grano y presente sacrificios todos los días”». La palabra del SEÑOR vino a Jeremías: «Así dice el SEÑOR: “Si vosotros pudierais romper mi pacto con el día y mi pacto con la noche, de modo que el día y la noche no llegaran a su debido tiempo, también podríais romper mi pacto con mi siervo David, que no tendría un sucesor que ocupara su trono, y con los sacerdotes levitas, que son mis ministros. Yo multiplicaré la descendencia de mi siervo David, y la de los levitas, mis ministros, como las incontables estrellas del cielo y los granos de arena del mar”». La palabra del SEÑOR vino a Jeremías: «¿No te has dado cuenta de que esta gente afirma que yo, el SEÑOR, he rechazado a los dos reinos que había escogido? Con esto desprecian a mi pueblo, y ya no lo consideran una nación. Así dice el SEÑOR: “Si yo no hubiera establecido mi pacto con el día ni con la noche, ni hubiera fijado las leyes que rigen el cielo y la tierra, entonces habría rechazado a los descendientes de Jacob y de mi siervo David, y no habría escogido a uno de su estirpe para gobernar sobre la descendencia de Abraham, Isaac y Jacob. ¡Pero yo cambiaré su suerte y tendré compasión de ellos!”»