JEREMÍAS 1:4-12
JEREMÍAS 1:4-12 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
La palabra del SEÑOR vino a mí: «Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado profeta para las naciones». Yo le respondí: «¡Ah, SEÑOR mi Dios! ¡Soy muy joven, y no sé hablar!» Pero el SEÑOR me dijo: «No digas: “Soy muy joven”, porque vas a ir adondequiera que yo te envíe, y vas a decir todo lo que yo te ordene. No temas a nadie, que yo estoy contigo para librarte». Lo afirma el SEÑOR. Luego extendió el SEÑOR la mano y, tocándome la boca, me dijo: «He puesto en tu boca mis palabras. Mira, hoy te doy autoridad sobre naciones y reinos, »para arrancar y derribar, para destruir y demoler, para construir y plantar». La palabra del SEÑOR vino a mí, y me dijo: «¿Qué es lo que ves, Jeremías?» «Veo una rama de almendro», respondí. «Has visto bien —dijo el SEÑOR—, porque yo estoy alerta para que se cumpla mi palabra».
JEREMÍAS 1:4-12 Reina Valera 2020 (RV2020)
Vino, pues, palabra del Señor a mí: —Antes de que te formara en el vientre, te conocí, antes de que nacieras, te santifiqué y te di por profeta a las naciones. Yo dije: —¡Ah, ah, Señor mi Dios! ¡Yo no sé hablar, porque soy un muchacho! Me dijo el Señor: —No digas: «Soy un muchacho», porque a todo lo que te envíe irás, y dirás todo lo que te mande. No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice el Señor. Extendió el Señor su mano, tocó mi boca y me dijo: —He puesto mis palabras en tu boca. Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y destruir, para arruinar y derribar, para edificar y plantar. La palabra del Señor vino a mí: —¿Qué ves tú, Jeremías? Yo respondí: —Veo una vara de almendro. Me dijo el Señor: —Bien has visto, porque yo vigilo sobre mi palabra para ponerla por obra.
JEREMÍAS 1:4-12 La Palabra (versión española) (BLP)
Me llegó la palabra del Señor en estos términos: —Antes de formarte yo en el vientre, ya te conocía; antes de que salieras de las entrañas maternas, te consagré profeta y te destiné a las naciones. Respondí: —Ay, Señor mi Dios. ¡Pero si no sé ni hablar; soy muy joven! Me contestó el Señor: —No digas que eres joven. Irás a todos los sitios adonde yo te envíe y dirás todo lo que te ordene. No les tengas miedo, pues estoy contigo para defenderte —oráculo del Señor. El Señor alargó su brazo, me tocó en la boca y me dijo: —He puesto mis palabras en tu boca. Mira, hoy mismo te doy poder sobre naciones y reinos, para arrancar y arrasar, para destruir y demoler, para construir y plantar. El Señor me dirigió la palabra en estos términos: —¿Qué ves, Jeremías? Respondí: —Veo una rama de almendro. Añadió el Señor: —Has visto bien. Pues yo también vigilo para que se cumpla mi palabra.
JEREMÍAS 1:4-12 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El Señor se dirigió a mí y me dijo: “Antes de darte la vida, ya te había yo escogido; antes que nacieras, ya te había apartado y te había destinado a ser profeta de las naciones.” Yo contesté: “¡Ay, Señor! ¡Yo soy muy joven y no sé hablar!” Pero el Señor me dijo: “No digas que eres muy joven. Tú irás a donde yo te mande y dirás lo que yo te ordene. No tengas miedo de nadie, pues yo estaré contigo para protegerte. Yo, el Señor, doy mi palabra.” Entonces el Señor extendió la mano, me tocó los labios y me dijo: “Yo pongo mis palabras en tus labios. Hoy te doy plena autoridad sobre reinos y naciones, para arrancar y derribar, para destruir y demoler, y también para construir y plantar.” El Señor se dirigió a mí y me dijo: “Jeremías, ¿qué ves?” “Veo una rama de almendro”, contesté. “Tienes razón –me dijo el Señor–. En efecto, voy a estar atento a que mis palabras se cumplan.”