JEREMÍAS 1:4-12
JEREMÍAS 1:4-12 DHHE
El Señor se dirigió a mí y me dijo: “Antes de darte la vida, ya te había yo escogido; antes que nacieras, ya te había apartado y te había destinado a ser profeta de las naciones.” Yo contesté: “¡Ay, Señor! ¡Yo soy muy joven y no sé hablar!” Pero el Señor me dijo: “No digas que eres muy joven. Tú irás a donde yo te mande y dirás lo que yo te ordene. No tengas miedo de nadie, pues yo estaré contigo para protegerte. Yo, el Señor, doy mi palabra.” Entonces el Señor extendió la mano, me tocó los labios y me dijo: “Yo pongo mis palabras en tus labios. Hoy te doy plena autoridad sobre reinos y naciones, para arrancar y derribar, para destruir y demoler, y también para construir y plantar.” El Señor se dirigió a mí y me dijo: “Jeremías, ¿qué ves?” “Veo una rama de almendro”, contesté. “Tienes razón –me dijo el Señor–. En efecto, voy a estar atento a que mis palabras se cumplan.”