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ISAÍAS 28:1-19

ISAÍAS 28:1-19 Reina Valera 2020 (RV2020)

¡Ay de la corona de soberbia de los ebrios de Efraín y de la flor caduca de su gloriosa hermosura, que está sobre la cabeza del valle fértil de los aturdidos por el vino! El Señor tiene a uno que es fuerte y poderoso: como una tormenta de granizo, como un torbellino arrasador, como aguas caudalosas, desbordantes. Echa violentamente por tierra todo a su paso. Con los pies será pisoteada la corona de soberbia de los ebrios de Efraín. Y la flor caduca de la hermosura de su gloria que está sobre la cabeza del valle fértil, será como la fruta temprana, la primera del verano, la cual, apenas la ve el que la mira, se la traga tan pronto como la tiene a mano. Aquel día, el Señor de los ejércitos será por corona de gloria y diadema de hermosura para el resto de su pueblo. Será espíritu de justicia para el que se sienta a juzgar, y dará fuerzas a los que rechazan el asalto a la puerta. Pero también a sacerdotes y profetas el vino extravió, y la sidra los hizo desvariar; fueron trastornados por el vino; se aturdieron con la sidra, erraron en la visión, titubearon en el juicio. Porque toda mesa está llena de vómito y suciedad, hasta no quedar lugar limpio. ¿A quién se habrá de instruir?, o ¿a quién habrá que explicar el mensaje? ¿A los destetados? ¿A los recién destetados? Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea tras línea, un poquito aquí, un poquito allá, porque en lengua de tartamudos, en idioma extraño, hablará a este pueblo. A ellos ha dicho: «Este es el reposo; dad reposo al cansado. Este es el alivio», mas no han querido escuchar. La palabra, pues, del Señor les será mandamiento tras mandamiento, mandato tras mandato, renglón tras renglón, línea tras línea, un poquito aquí, un poquito allá; hasta que vayan y caigan de espaldas, y queden heridos, y sean atrapados y llevados prisioneros. Por tanto, gente burlona que gobernáis a este pueblo que está en Jerusalén, oíd la palabra del Señor. Vosotros habéis dicho: «Hemos hecho un pacto con la muerte; un convenio tenemos con el seol. Cuando pase el torrente del azote, no llegará a nosotros, porque hemos puesto nuestro refugio en la mentira y en la falsedad nos esconderemos». Por eso, el Señor dice así: Yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable. El que crea, no se tambaleará. Utilizaré como plomada el derecho, usaré como nivel la justicia. El granizo barrerá el refugio de la mentira y las aguas inundarán el escondrijo. Y será anulado vuestro pacto con la muerte, y vuestro convenio con el seol no será firme; cuando pase el torrente del azote, seréis por él pisoteados. Luego que comience a pasar, él os arrebatará, porque de mañana en mañana pasará, de día y de noche; y será ciertamente un espanto el entender lo oído.

ISAÍAS 28:1-19 La Palabra (versión española) (BLP)

¡Ay de la hermosa corona de los ebrios de Efraín! Su pompa y sus atavíos no son más que flor caduca en el cabezo del valle fértil de los ahítos de vino. Mirad, uno fuerte y recio viene de parte del Señor: como lluvia acompañada de granizo, igual que destructora tempestad, como lluvia torrencial anegadora; derriba por tierra de un golpe. Será aplastada bajo sus pies la hermosa corona de los ebrios de Efraín. La flor caduca de su pompa y atavíos, situada en el cabezo del valle fértil, será como breva que presagia el verano; quien la ve, la atrapa y se la come. Aquel día el Señor del universo será para el resto de su pueblo corona, pompa y hermoso atavío: anhelo de justicia para los jueces, valor para quienes repelen los ataques a las puertas. A estos el vino los extravía, el licor los hace desvariar: a sacerdote y profeta el licor los extravía, son consumidos por el vino, el licor los hace desvariar; fallan en sus visiones, vacilan cuando juzgan. Sus mesas están empapadas de vómito, solo hay espacio para la inmundicia. ¿A quién pretende enseñar, a quién va a explicar el mensaje? ¿A niños que ya no maman, a críos ya destetados? «La ese con la ese, la ce con la ce, esto aquí y esto allí». Pues con labios balbucientes y usando una lengua extraña va a dirigirse a esta gente, a la que ya había dicho: «Esto es lugar de reposo; dad, pues, reposo al cansado; es un lugar de descanso»; pero no le hicieron caso. Y así les hablará el Señor: «La ese con la ese, la ce con la ce, esto aquí y esto allí», y tropezarán sin poder avanzar, aturdidos, atrapados, capturados. Escuchad la palabra del Señor, vosotros, gente burlona, gobernantes de este pueblo que habita en Jerusalén. Habéis dicho: «Hemos hecho una alianza con la Muerte; nosotros hemos sellado un pacto con el reino de los muertos. Cuando cruce el azote, no nos alcanzará, pues tenemos por refugio la mentira, la falsedad es nuestro cobijo». Por eso, así dice el Señor Dios: Voy a poner una piedra en Sion, una piedra resistente, una valiosa piedra angular, firme, que sirva de base; el que crea no se tambaleará. Utilizaré como plomada el derecho, usaré como nivel la justicia. Y el granizo destruirá vuestro falso refugio, vuestro cobijo sufrirá el azote del agua. Será anulada vuestra alianza con la Muerte, no se mantendrá vuestro pacto con el reino de los muertos; cuando pase la riada desbordante os dejará como cacharro pisoteado; siempre que pase os arrollará, pues pasará mañana tras mañana, también por el día y por la noche. Será suficiente el terror para entender lo que os digo.

ISAÍAS 28:1-19 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

¡Ay de la altiva corona de los borrachos de Efraín, de la flor marchita de su gloriosa hermosura, que está sobre la cumbre de un valle fértil! ¡Ay de los abatidos por el vino! Mirad, el Señor cuenta con alguien que es fuerte y poderoso: Este echará todo por tierra con violencia, como tormenta de granizo, como tempestad destructora, como tormenta de aguas torrenciales, como torrente desbordado. La altiva corona de los borrachos de Efraín será pisoteada. Esa flor marchita de su gloriosa hermosura, sobre la cumbre de un valle fértil, será como higo maduro antes de la cosecha: apenas alguien lo ve y lo tiene en la mano, se lo traga. En aquel día el SEÑOR Todopoderoso será una hermosa corona, una diadema gloriosa para el remanente de su pueblo. Él infundirá espíritu de justicia al que se sienta en el tribunal, y valor a los que rechazan los asaltos a la puerta. También sacerdotes y profetas se tambalean por el vino, trastabillan a causa del licor; quedan aturdidos con el vino, tropiezan a causa del licor. Cuando tienen visiones, titubean; cuando toman decisiones, vacilan. ¡Sí, regadas de vómito están todas las mesas, y no queda limpio ni un solo lugar! «¿A quién creen que están enseñando? ¿A quién le están explicando su mensaje? ¿Creen que somos niños recién destetados, que acaban de dejar el pecho? ¿Niños que repiten: “a-b-c-d-e, a-e-i-o-u, un poquito aquí, un poquito allá”?» Pues bien, Dios hablará a este pueblo con labios burlones y lenguas extrañas, pueblo al que dijo: «Este es el lugar de descanso; que descanse el fatigado»; y también: «Este es el lugar de reposo». ¡Pero no quisieron escuchar! Pues la palabra del SEÑOR para ellos será también: «a-b-c-d-e, a-e-i-o-u, un poquito aquí, un poquito allá». Para que se vayan de espaldas cuando caminen, y queden heridos, enredados y atrapados. Por tanto, gobernantes insolentes de este pueblo de Jerusalén, escuchad la palabra del SEÑOR: Vosotros decís: «Hemos hecho un pacto con la muerte, hemos hecho una alianza con el sepulcro. Cuando venga una calamidad abrumadora, no nos podrá alcanzar, porque hemos hecho de la mentira nuestro refugio y del engaño nuestro escondite». Por eso dice el SEÑOR omnipotente: «¡Yo pongo en Sión una piedra probada!, piedra angular y preciosa para un cimiento firme; el que confíe no andará desorientado. Pondré como nivel la justicia, y la rectitud como plomada. El granizo arrasará el refugio de la mentira, y las aguas inundarán el escondite. Se anulará el pacto que hicisteis con la muerte, quedará sin efecto vuestra alianza con el sepulcro. Cuando venga la calamidad abrumadora, a vosotros os aplastará. Cada vez que pase, os arrebatará; pasará mañana tras mañana, de día y de noche».

ISAÍAS 28:1-19 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

¡Ay de Samaria, orgullo y corona de Efraín, ese pueblo borracho; adorno glorioso de flores marchitas, que se alza por encima del fértil valle; ciudad de gente dominada por el vino! El Señor tiene reservado un hombre fuerte, poderoso como tormenta de granizo, como tempestad destructora, como lluvia torrencial, como terrible inundación. Con la mano echará por tierra, y con los pies aplastará a la que es orgullo y corona de ese pueblo borracho de Efraín. Y el adorno glorioso de flores marchitas que se alza por encima del fértil valle, será como los primeros higos de la temporada, que en cuanto alguien los ve y los tiene a mano, se los come. Aquel día, el Señor todopoderoso será una corona gloriosa, un adorno magnífico para los que queden de su pueblo, e inspirará justicia a los jueces en el tribunal y valor a los soldados que defiendan la ciudad. También hay otros que se tambalean por el vino y dan traspiés por el licor: sacerdotes y profetas se tambalean por el licor, se atontan con el vino; dan traspiés por el licor, se tambalean al tener visiones y están borrachos al dictar sentencia. Todas las mesas están llenas de vómito asqueroso, y no hay un solo lugar limpio. Hablan de mí y dicen: “¡Venir a darnos lecciones a nosotros, a enseñarnos lo que Dios ha revelado! ¡Como si fuéramos niños pequeños que apenas estuvieran aprendiendo a leer: ba be bi bo bu!” Pues bien, si no hacen caso, será en lenguaje enredado, en idioma extraño, como Dios hablará a este pueblo. Ya él les había dicho antes: “Aquí está la calma, aquí está el descanso. Que descanse el fatigado.” Pero no quisieron hacerle caso. Por eso, el Señor les hablará como si fueran niños chiquitos que estuvieran aprendiendo a leer. Y así, al caminar, caerán de espaldas, se herirán, caerán en la trampa, quedarán atrapados. Escuchad, pues, la palabra del Señor, hombres insolentes que gobernáis a este pueblo de Jerusalén. Vosotros decís: “Hemos hecho un pacto con la muerte, un contrato con el reino de los muertos, para que cuando venga la terrible calamidad, no nos alcance; hemos buscado refugio en las mentiras, protección en el engaño.” Por eso, el Señor dice: “Voy a poner en Sión una piedra, una piedra escogida y muy valiosa, que será la piedra principal y servirá de fundamento. El que tenga confianza podrá estar tranquilo. En esa construcción usaré por plomada la justicia y por nivel la rectitud.” El refugio que habíais buscado en las mentiras lo destruirá el granizo, y el agua arrasará vuestro lugar de protección. Vuestro pacto con la muerte será anulado y vuestro contrato con el reino de los muertos quedará sin valor. Vendrá la terrible calamidad, y os aplastará. Cada vez que venga, os arrastrará. Vendrá mañana tras mañana, de día y de noche. Solo oir la noticia os hará temblar.