HECHOS 11:1-9
HECHOS 11:1-9 Reina Valera 2020 (RV2020)
Oyeron los apóstoles y los hermanos que estaban en Judea que también los gentiles habían recibido la palabra de Dios. Por eso, cuando Pedro subió a Jerusalén, los creyentes provenientes del judaísmo discutían con él diciendo: —¿Por qué has entrado en casa de gente no judía y has comido con ellos? Comenzó entonces a relatarles ordenadamente todo lo ocurrido. Les dijo: —Estaba yo orando en la ciudad de Jope, y de pronto caí en éxtasis y tuve una visión: algo semejante a un gran lienzo suspendido por las cuatro puntas que descendía del cielo y llegaba hasta mí. Me fijé bien en él y vi cuadrúpedos de la tierra, fieras, reptiles y aves del cielo. Y oí una voz que me decía: «¡Venga, Pedro, mata y come!». Yo repliqué: «Señor, no, ninguna cosa profana o impura entró jamás en mi boca». Entonces la voz me respondió del cielo por segunda vez: «Lo que Dios limpió, no lo llames tú impuro».
HECHOS 11:1-9 La Palabra (versión española) (BLP)
Los apóstoles y los fieles de origen judío se enteraron de que los no judíos habían recibido también el mensaje de Dios. Así que, cuando Pedro subió a Jerusalén, les faltó tiempo a los partidarios de la circuncisión para echarle en cara en tono acusador: —¡Has entrado en casa de incircuncisos y hasta has comido con ellos! Pedro comenzó entonces a relatarles detalladamente y desde el principio lo ocurrido. —Estaba yo orando en Jope —les dijo— cuando caí en éxtasis y tuve una visión. Vi algo así como un enorme lienzo que descendía del cielo colgado de sus cuatro puntas y que llegaba hasta mí. Al mirarlo con detenimiento, comprobé que contenía cuadrúpedos, fieras, reptiles y aves. En esto oí una voz que me decía: «¡Anda, Pedro, mata y come!». «¡De ninguna manera, Señor —respondí—, pues jamás entró en mi boca nada profano o impuro!». La voz replicó por segunda vez desde el cielo: «No consideres tú profano lo que Dios ha purificado».
HECHOS 11:1-9 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Los apóstoles y los hermanos que estaban en Judea recibieron noticias de que también los no judíos habían aceptado el mensaje de Dios. Pero cuando Pedro volvió a Jerusalén, algunos creyentes procedentes del judaísmo le reprocharon diciendo: –¿Por qué fuiste a visitar a los que no son judíos y a comer con ellos? Pedro les contó desde el principio lo que había sucedido. Les dijo: –Estaba yo en la ciudad de Jope, y mientras oraba tuve una visión. Vi algo semejante a un gran lienzo atado por sus cuatro puntas que bajaba del cielo hasta donde yo me encontraba. Miré atentamente lo que había dentro, y vi cuadrúpedos y fieras, reptiles y aves. Y oí una voz que me decía: ‘Levántate, Pedro; mata y come.’ Contesté: ‘No, Señor, porque nunca ha entrado en mi boca nada profano ni impuro.’ Entonces la voz del cielo me habló de nuevo diciendo: ‘Lo que Dios ha purificado no lo llames tú profano.’
HECHOS 11:1-9 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Los apóstoles y los hermanos de toda Judea se enteraron de que también los gentiles habían recibido la palabra de Dios. Así que, cuando Pedro subió a Jerusalén, los defensores de la circuncisión lo criticaron diciendo: ―Entraste en casa de hombres incircuncisos y comiste con ellos. Entonces Pedro comenzó a explicarles paso a paso lo que había sucedido: ―Yo estaba orando en la ciudad de Jope y tuve en éxtasis una visión. Vi que del cielo descendía algo parecido a una gran sábana que, suspendida por las cuatro puntas, bajaba hasta donde yo estaba. Me fijé en lo que había en ella, y vi cuadrúpedos, fieras, reptiles y aves. Luego oí una voz que me decía: “Levántate, Pedro; mata y come”. Repliqué: “¡De ninguna manera, Señor! Jamás ha entrado en mi boca nada impuro o inmundo”. Por segunda vez insistió la voz del cielo: “Lo que Dios ha purificado, tú no lo llames impuro”.