Hechos 11:1-9
Hechos 11:1-9 NVI
Los apóstoles y los hermanos de toda Judea se enteraron de que también los gentiles habían recibido la palabra de Dios. Así que, cuando Pedro subió a Jerusalén, los defensores de la circuncisión lo criticaron diciendo: ―Entraste en casa de hombres incircuncisos y comiste con ellos. Entonces Pedro comenzó a explicarles paso a paso lo que había sucedido: ―Yo estaba orando en la ciudad de Jope y tuve en éxtasis una visión. Vi que del cielo descendía algo parecido a una gran sábana que, suspendida por las cuatro puntas, bajaba hasta donde yo estaba. Me fijé en lo que había en ella, y vi cuadrúpedos, fieras, reptiles y aves. Luego oí una voz que me decía: “Levántate, Pedro; mata y come”. Repliqué: “¡De ninguna manera, Señor! Jamás ha entrado en mi boca nada impuro o inmundo”. Por segunda vez insistió la voz del cielo: “Lo que Dios ha purificado, tú no lo llames impuro”.