APOCALIPSIS 17:1-7
APOCALIPSIS 17:1-7 DHHE
Uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, vino y me dijo: “Ven, te voy a mostrar el castigo de la gran prostituta que está sentada sobre las aguas. Con ella se han prostituido los reyes de la tierra, y los habitantes de la tierra se han emborrachado con el vino de su prostitución.” Luego, en la visión que me hizo ver el Espíritu, el ángel me llevó al desierto. Vi allí una mujer montada sobre un monstruo rojo cubierto de nombres ofensivos contra Dios, y que tenía siete cabezas y diez cuernos. Aquella mujer iba vestida con ropas de color púrpura y escarlata, y estaba adornada con oro, piedras preciosas y perlas. Tenía en la mano una copa de oro llena de cosas odiosas y de la impureza de su prostitución, y llevaba escrito en la frente un nombre misterioso: “La gran Babilonia, madre de las prostitutas y de todo lo que hay de odioso en el mundo.” Luego me di cuenta de que la mujer estaba borracha de la sangre del pueblo santo y de la sangre de los testigos de Jesús. Al verla me quedé muy asombrado. Entonces el ángel me dijo: “¿De qué te asombras? Te voy a decir el significado secreto de esa mujer y del monstruo que la lleva, el que tiene las siete cabezas y los diez cuernos.