PROVERBIOS 8:1-21
PROVERBIOS 8:1-21 DHHE
La sabiduría clama a voz en cuello; la inteligencia hace oir su voz. Se para en lo alto de las colinas, se detiene en el cruce de los caminos, se hace oir junto a las puertas, a la entrada de la ciudad: “A vosotros los hombres dirijo estas palabras. Jóvenes inexpertos y necios, ¡aprended a ser prudentes y entendidos! Escuchadme, pues voy a deciros cosas importantes e irreprochables. Lo que voy a decir es la verdad; no me gusta proferir mentiras. Todas mis palabras son justas; no hay en ellas la menor falsedad. Para el inteligente y entendido, mis palabras son claras e irreprochables. En vez de plata y oro fino, adquirid instrucción y conocimiento.” Vale más la sabiduría que las piedras preciosas: ¡ni aun lo más deseable se le puede comparar! “Yo, la sabiduría, habito con la inteligencia, y sé hallar los mejores consejos. Honrar al Señor es odiar el mal. Yo odio el orgullo y la altanería, el mal camino y la mentira. En mí están el propósito y su realización; yo soy el buen juicio y la fuerza. Gracias a mí, reinan los reyes y establecen el derecho los gobernantes. Gracias a mí, dominan los jefes de Estado y dictan sentencia las autoridades. Yo amo a los que me aman, y los que me buscan, me encuentran. Doy riquezas y honra, grandes honores y prosperidad. Lo que yo doy es mejor que el oro más refinado; lo que ofrezco es mejor que la plata más fina. Yo voy por el camino recto, por las sendas de la justicia. A los que me aman les doy su parte: lleno sus casas de tesoros.