PROVERBIOS 6:30-35
PROVERBIOS 6:30-35 DHHE
Nadie desprecia al ladrón que roba por calmar su hambre; aunque si lo encuentran robando, deberá devolver siete veces lo robado y aun tendrá que dar todo cuanto tenga. Pero ¡qué imprudente es el que anda con la mujer ajena! ¡El que lo hace se destruye a sí mismo! Tendrá que afrontar golpes y ofensas, y no habrá nada que borre su deshonra. Porque el hombre celoso es como un fuego, y no perdona a la hora de vengarse; no acepta desagravio alguno ni se calma con los muchos regalos.