PROVERBIOS 19:1-29
PROVERBIOS 19:1-29 DHHE
Más vale ser pobre y honrado, que necio y calumniador. No es bueno el afán sin reflexión; las muchas prisas son causa de errores. La necedad del hombre le hace perder el camino, y luego el hombre echa la culpa al Señor. La riqueza atrae multitud de amigos, pero del pobre aun sus amigos se apartan. El testigo falso no quedará sin castigo; el mentiroso no saldrá bien librado. Al que es dadivoso y desprendido, todo el mundo lo busca y se hace su amigo. Si al pobre hasta sus hermanos lo desprecian, con mayor razón sus amigos se alejarán de él. El que aprende y pone en práctica lo aprendido, se estima a sí mismo y prospera. El testigo falso no quedará sin castigo; al mentiroso le espera la muerte. No es propio del necio hacer derroche de lujos, ni mucho menos lo es del esclavo gobernar a grandes señores. La prudencia consiste en refrenar el enojo, y la honra, en pasar por alto la ofensa. La ira del rey es como el rugido del león; su buena voluntad, como rocío sobre la hierba. Un hijo necio hace sufrir a su padre. Como gotera constante es la mujer pendenciera. De los padres se reciben casa y riquezas; del Señor, la esposa inteligente. La pereza hace dormir profundamente: el perezoso pasará hambre. El que cumple el mandamiento protege su vida; el que desprecia la enseñanza del Señor, muere. Un préstamo al pobre es un préstamo al Señor, y el Señor mismo pagará la deuda. Corrige a tu hijo mientras aún pueda ser corregido, pero no vayas a matarlo a causa del castigo. El que mucho se enoja, recibe su merecido; librarle del castigo es empeorar las cosas. Atiende al consejo y acepta la corrección; así llegarás a ser sabio. El hombre hace muchos planes, pero solo se realiza el propósito divino. Lo que se quiere del hombre es lealtad; más vale ser pobre que tramposo. La reverencia al Señor conduce a la vida; uno vive contento y sin sufrir ningún mal. El perezoso mete la mano en el plato, pero ni aun es capaz de llevársela a la boca. Del castigo al insolente, el imprudente aprende; el sabio aprende con la sola corrección. Maltratar al padre y echar de casa a la madre son actos vergonzosos y reprobables en un hijo. Hijo mío, si dejas de atender a la reprensión, te apartarás de los buenos consejos. El testigo falso se burla de la justicia; el malvado lanza maldad por la boca. Listas están las varas para los insolentes; los buenos azotes, para la espalda de los necios.