MIQUEAS 3:5-12
MIQUEAS 3:5-12 DHHE
Mi pueblo sigue caminos equivocados por culpa de los profetas que lo engañan, que anuncian paz a quienes les dan de comer pero declaran la guerra a quienes no les llenan la boca. El Señor dice a esos profetas: “No volveréis a tener visiones proféticas en la noche ni a predecir el futuro en la oscuridad.” El sol se pondrá para esos profetas y el día se les oscurecerá. Esos videntes y adivinos harán el mayor de los ridículos. Todos ellos se taparán la barba al no recibir respuesta de Dios. En cambio, a mí, el espíritu del Señor me llena de fuerza, justicia y valor para echar en cara a Israel su rebeldía y su pecado. Escuchad esto ahora, gobernantes y jefes de Israel, vosotros que odiáis la justicia y torcéis el derecho, que construís Jerusalén, la ciudad del monte Sión, sobre la base del crimen y la injusticia. Los jueces de la ciudad se dejan sobornar, los sacerdotes enseñan solo por dinero y los profetas venden sus predicciones, alegando que el Señor los apoya y diciendo: “El Señor está con nosotros; nada malo nos puede suceder.” Por tanto, por culpa vuestra, Jerusalén, la ciudad del monte Sión, quedará convertida en barbecho, en un montón de ruinas, y el monte del templo se cubrirá de maleza.