LEVÍTICO 16:20-34
LEVÍTICO 16:20-34 DHHE
“Cuando Aarón haya terminado de purificar el santuario, la tienda del encuentro y el altar, mandará traer el chivo que quedó vivo y, poniendo sus manos sobre la cabeza del animal, confesará sobre él todas las maldades, rebeliones y pecados de los israelitas. De esta manera pondrá los pecados sobre la cabeza del chivo, y una persona se encargará de llevarlo y soltarlo en el desierto. Así, al perderse el chivo en el desierto, se llevará todas las maldades de ellos a tierras deshabitadas. Luego entrará Aarón en la tienda del encuentro y se quitará la ropa de lino que se puso para entrar en el santuario, y la dejará allí. Allí mismo, en el santuario, se lavará con agua y, después de vestirse, saldrá para presentar su propio holocausto y el que debe ofrecer por el pueblo, y así obtendrá el perdón de los pecados para sí mismo y para el pueblo. La grasa del sacrificio por el pecado la quemará en el altar; y quien haya llevado el chivo para soltarlo a Azazel, se lavará la ropa y se lavará a sí mismo con agua, y después podrá entrar en el campamento. “El becerro y el chivo sacrificados por el pecado, cuya sangre fue llevada al santuario para obtener el perdón de los pecados, serán llevados fuera del campamento, y su piel, carne y desechos serán quemados. La persona que los queme deberá lavarse la ropa y lavarse a sí misma con agua, y después podrá entrar en el campamento. “Esta será una ley permanente para vosotros: el día diez del mes séptimo lo dedicaréis al ayuno y suspenderéis todas vuestras labores, lo mismo los israelitas que los extranjeros que vivan entre vosotros, pues en ese día se obtendrá el perdón de vuestros pecados delante del Señor, y quedaréis limpios de todos ellos. Es una ley permanente: ese día será para vosotros un día especial de reposo y dedicado al ayuno. El sacerdote que haya sido escogido y a quien se le haya dado plena autoridad para ocupar el lugar de su padre como sacerdote, celebrará el rito para obtener el perdón de los pecados; se vestirá con la ropa de lino consagrada y hará la purificación del lugar santísimo, de la tienda del encuentro y del altar, y obtendrá el perdón de los pecados para los sacerdotes y para toda la comunidad. “Esta será una ley permanente para vosotros: una vez al año se celebrará el rito para obtener el perdón de los pecados que hayan cometido los israelitas.” Y se hizo tal como el Señor se lo ordenó a Moisés.