JOSUÉ 6:22-27
JOSUÉ 6:22-27 DHHE
Josué dijo a los dos espías que habían explorado la tierra: “Id a casa de la prostituta y sacadla de allí con todos los suyos, tal como se lo habíais prometido.” Ellos entraron, y sacaron a Rahab, junto con su padre, su madre, sus hermanos y todos sus parientes, y los llevaron a un lugar seguro fuera del campamento de Israel. Luego los israelitas quemaron la ciudad y todo lo que había en ella. Lo único que sacaron fue la plata, el oro y las cosas de bronce y de hierro, que pusieron en el tesoro del Señor. Pero Josué perdonó la vida a Rahab y a su familia, porque ella escondió a los espías que Josué había enviado a Jericó. Desde entonces, los descendientes de Rahab viven entre los israelitas. Luego Josué hizo el siguiente juramento: “Maldito sea a los ojos del Señor el que intente reconstruir la ciudad de Jericó. Sean echados los cimientos sobre su hijo mayor, y sobre su hijo menor sean puestas las puertas.” El Señor ayudó a Josué, y la fama de Josué se extendió por toda la región.