JEREMÍAS 5:20-31
JEREMÍAS 5:20-31 DHHE
“Avisad al reino de Israel y decidle a Judá: ‘Oye esto, pueblo tonto y estúpido, que tiene ojos y no ve, que tiene oídos y no oye. Yo, el Señor, digo: ¿Es que no me teméis? ¿Es que no tembláis delante de mí? Yo puse la playa como límite del mar, un límite que el mar no puede pasar. Sus olas se agitan impotentes y rugen, pero no pueden pasarlo. Vosotros tenéis un corazón terco y rebelde; me abandonasteis y os fuisteis. No reflexionasteis ni dijisteis: Respetemos al Señor nuestro Dios, que a su debido tiempo nos da la lluvia en otoño y primavera, y nos reserva el tiempo señalado para la cosecha. Pero vuestro pecado ha cambiado las cosas y no podéis disfrutar de tales beneficios. Porque hay en mi pueblo hombres malos que acechan como cazadores de pájaros, que ponen trampas para atrapar a los demás. Llenan sus casas de objetos robados como se llenan de pájaros las jaulas. Así se hicieron poderosos y ricos, y están gordos y bien alimentados. Su maldad no tiene límites: no hacen justicia al huérfano ni reconocen el derecho de los pobres. ¿No los he de castigar por estas cosas? ¿No he de dar su merecido a gente así? Yo, el Señor, lo afirmo. ‘Algo terrible, espantoso, está pasando en este país. Lo que anuncian los profetas es mentira; los sacerdotes gobiernan a su antojo, ¡y mi pueblo así lo quiere! Pero, ¿qué haréis cuando llegue el fin?’ ”