ISAÍAS 29:1-8
ISAÍAS 29:1-8 DHHE
¡Ay de Ariel, Ariel, la ciudad donde acampó David! Que pasen algunos años siguiendo su curso las fiestas, y yo pondré a Ariel en apuros, y habrá llanto y gemidos. La ciudad será para mí realmente como Ariel. Enviaré mi ejército para que te rodee, pondré un cerco de fortalezas en tu derredor y levantaré trincheras para atacarte. Quedarás humillada, tendida en el suelo; tu voz parecerá la de un fantasma; tus palabras sonarán como un susurro. Pero de pronto, en un instante, el Señor todopoderoso castigará a tus enemigos con truenos, terremotos, gran estruendo, tormenta, tempestad e incendios destructores. Tus innumerables enemigos quedarán hechos polvo fino; tus muchos perseguidores serán arrastrados como paja. Todos esos pueblos incontables que hacen la guerra a Ariel, todos los que la combaten y atacan sus fortificaciones, los mismos que la oprimen serán como un sueño o una visión nocturna. Será como cuando un hambriento sueña y cree que está comiendo, pero luego se despierta con el estómago vacío; o como cuando un sediento sueña y cree que está bebiendo, pero luego se despierta sediento y reseca la garganta. Así sucederá con todos esos innumerables pueblos que atacan el monte Sión.