GÁLATAS 4:5-9
GÁLATAS 4:5-9 DHHE
para dar libertad a los que estábamos bajo esa ley, para que Dios nos recibiera como a hijos. Y para mostrar que ya somos sus hijos, Dios envió el Espíritu de su Hijo a nuestro corazón; y el Espíritu grita: “¡Abbá! ¡Padre!” Así pues, tú ya no eres esclavo, sino hijo de Dios; y por ser su hijo, es voluntad de Dios que seas también su heredero. Antes, cuando no conocíais a Dios, erais esclavos de dioses que en realidad no lo son. Pero ahora que conocéis a Dios, o mejor dicho, que Dios os conoce a vosotros, ¿cómo podéis volver a someteros a esos débiles y pobres poderes, y a haceros sus esclavos?