GÁLATAS 4:24-31
GÁLATAS 4:24-31 DHHE
Esto tiene un sentido simbólico. Las dos mujeres representan dos pactos: el uno, representado por Agar, es el del monte Sinaí; los que pertenecen a ese pacto nacen para ser esclavos. Agar, en efecto, representa al monte Sinaí, en Arabia, que corresponde a la actual Jerusalén, la cual está sometida a esclavitud junto con sus hijos. Pero la Jerusalén celestial es libre, y nosotros somos hijos suyos. Porque la Escritura dice: “Alégrate, mujer estéril, tú que no tienes hijos; grita de alegría, tú que no conoces los dolores de parto. Porque la mujer que fue abandonada tendrá más hijos que la que tiene esposo.” Hermanos, vosotros sois como Isaac: sois los hijos que Dios había prometido. Pero así como en aquel tiempo el hijo que nació según las leyes de la naturaleza perseguía al hijo que nació por obra del Espíritu, así también sucede ahora. Pero ¿qué dice la Escritura? Pues dice: “Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la esclava no puede compartir la herencia con el hijo de la libre.” De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre.