DEUTERONOMIO 32:9-14
DEUTERONOMIO 32:9-14 DHHE
pues la herencia del Señor, la gente suya, es el pueblo de Jacob. Los encontró en el desierto, en tierras secas y azotadas por el viento; los envolvió en sus brazos, los instruyó y los cuidó como a la niña de sus ojos. Como águila que revolotea sobre el nido y anima a sus polluelos a volar, así el Señor extendió sus alas y, tomándolos, los llevó a cuestas. “El Señor los guió, y nadie más; ¡ningún dios extraño tuvo que ayudarle! Los llevó en marcha triunfal por las regiones altas del país. Los alimentó con los frutos del campo; de la roca les dio a beber miel, y del duro pedernal les dio aceite; de sus ganados tuvieron leche y cuajada, y comieron lo mejor de los corderos, de los carneros de Basán y de los machos cabríos; comieron el mejor grano de trigo y bebieron el vino, la sangre de las uvas.