DANIEL 8
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Visión del carnero y el chivo#8.1-27 La visión consignada en este cap. también se refiere a hechos históricos, pero aquí las alusiones son mucho más transparentes. El carnero con dos cuernos de tamaño desigual podría representar a los medos y a los persas, que terminaron por fundirse en un solo imperio (cf. v. 20); el chivo que lo derriba es Alejandro Magno (cf. v. 21), y los cuernos que van apareciendo después son los reinos fundados por sus generales, en especial la dinastía helenística de la que surgió el perseguidor del pueblo judío, Antíoco IV Epífanes (cf. vs. 22-25). Pero la visión, en su conjunto, es un mensaje de esperanza, ya que culmina con el anuncio de la destrucción del perseguidor (v. 25), hecho que pondrá fin al tiempo de la ira de Dios (v. 19). Véase la Tabla cronológica.
1“Durante el tercer año del reinado de Belsasar,#8.1 Belsasar: Véanse Dn 5.1 notas b y c; 5.2-3 n. yo, Daniel, tuve otra visión,#8.1 La visión en estado de vigilia sustituye aquí al sueño nocturno (cf. Dn 7.1). además de la que antes había tenido. 2En la visión me parecía estar en la ciudadela de Susa, en la provincia de Elam,#8.2 Susa: capital del antiguo reino de Elam (véase Jer 49.34 n.), convertida luego en residencia invernal de los reyes de Persia (Neh 1.1; Est 1.2). Véase Índice de mapas. a orillas del río Ulai.#8.2 Esta visión, como antes la del profeta Ezequiel, tiene lugar en la ribera de un río (Ez 1.1). Ulai: se trata probablemente de un río cercano a Susa, al que los antiguos griegos llamaban Eulaios. 3Miré, y a lo lejos vi un carnero que estaba a la orilla del río. Tenía dos cuernos altos, pero uno de ellos le había salido más tarde y era más alto que el otro. 4Vi que el carnero embestía con sus cuernos hacia el oeste, el norte y el sur, y que ningún otro animal podía hacerle frente ni librarse de sus golpes. Hacía lo que mejor le parecía, y cada vez era más fuerte.
5“Todavía estaba yo pensando en lo que había visto, cuando me di cuenta de que un chivo venía del oeste corriendo tan deprisa que ni siquiera tocaba el suelo. Este chivo tenía un gran cuerno entre los ojos, 6y cuando llegó cerca del carnero de dos cuernos que yo había visto junto al río, lo embistió con todas sus fuerzas 7y le rompió sus dos cuernos, sin que el carnero tuviera fuerzas para enfrentarse con él. Después el chivo derribó a tierra al carnero y lo pisoteó, sin que nadie pudiera salvarlo.#8.7 El triunfo del chivo sobre el carnero representa simbólicamente la victoria con que Alejandro Magno puso fin a la dominación persa en el año 333 a.C. (cf. vs. 20-21).
8“El chivo se hacía cada vez más fuerte, pero en el momento en que más poder tenía, su gran cuerno se rompió y en su lugar le salieron cuatro cuernos que apuntaban a los cuatro vientos.#8.8 O sea, los cuatro generales de Alejandro Magno que se repartieron el inmenso territorio que este había conquistado. Véase Dn 2.41 n. 9De uno de ellos salió otro cuerno pequeño,#8.9 El cuerno pequeño sería Antíoco IV Epífanes (cf. Dn 7.20-21). que creció mucho hacia el sur, hacia el este y hacia la Tierra de la Hermosura.#8.9 Al regresar de una de sus campañas contra Egipto, Antíoco IV Epífanes se volvió también contra la Tierra de la Hermosura, expresión que designa, evidentemente, el territorio de Israel. Cf. Jer 3.19; Ez 20.6. 10Tanto creció, que llegó hasta el ejército del cielo, derribó parte de las estrellas#8.10 Cf. Ap 12.4. y las pisoteó,#8.10 El ejército del cielo son los astros y estrellas, que los antiguos adoraban como dioses (Dt 4.19; Jer 8.2; 19.13; Sof 1.5). Probablemente se alude a la arrogancia de Antíoco IV Epífanes, quien, como el rey de Babilonia en Is 14.13-14, pretendió elevarse hasta el cielo y hacerse igual al Altísimo. En tal caso, la parte final del v. tendría que interpretarse a la luz de Dn 11.36, donde se afirma que el orgullo de este rey lo llevó hasta el extremo de considerarse superior a todos los dioses. 11y aun llegó a desafiar al jefe mismo de ese ejército;#8.11 El jefe del ejército celestial es el mismo Dios, que en el v. 25 recibe el título de príncipe de príncipes. suprimió el sacrificio diario#8.11 Diario: lit. continuo. y profanó el lugar de adoración. 12Perversamente hizo que su ejército acampara donde antes se ofrecía el sacrificio,#8.12 Perversamente... sacrificio: traducción probable. Heb. oscuro. y echó por los suelos la verdad. Hizo, en fin, todo cuanto quiso, y en todo tuvo éxito.#8.11-12 Estos vs. se refieren a la profanación del templo de Jerusalén por parte del rey Antíoco y a sus medidas persecutorias contra la religión judía. Cf. Dn 7.24-25; 11.31-35; 1 Mac 1.10-64; 2 Mac 5.11-16.
13“Después oí que un ángel preguntaba a otro ángel: ‘¿Cuándo va a terminar esto que se ve en el altar del sacrificio diario? ¿Cuánto va a durar el horrible pecado de entregar el santuario del Señor y los creyentes en él, para ser pisoteados?’ 14La respuesta fue: ‘Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas. Después de eso, el santuario será purificado.’#8.14 Las dos mil trescientas tardes y mañanas equivalen a 1.150 días, es decir, tres años y algunos días, tiempo que duró la profanación del templo bajo Antíoco IV. Este periodo concluyó con la purificación del santuario, que tuvo lugar en diciembre del año 165 a.C., después de la victoria de Judas Macabeo. Véanse Dn 7.25 nota y; 9.27 nota p; cf. 1 Mac 1.54; 4.52-59. Véase también la Tabla cronológica.
15“Mientras yo, Daniel, contemplaba esta visión y trataba de comprender su significado, apareció de pronto delante de mí una figura semejante a un hombre; 16y oí una voz humana que venía del río Ulai y que decía: ‘Gabriel,#8.16 Aquí el ángel intérprete no es una figura anónima, sino que se llama Gabriel, nombre que en hebreo podría significar hombre de Dios, o bien Dios es fuerte. Cf. Dn 9.21; Lc 1.19,26. explícale la visión a este hombre.’
17“Entonces él se me acercó. Yo me asusté, y me incliné hasta tocar el suelo con la frente, pero él me dijo: ‘Hijo de hombre, ten en cuenta que esta visión se refiere al fin de los tiempos.’
18“Mientras él me hablaba, yo me desmayé y quedé tendido en el suelo; pero él me tocó, hizo que me pusiera en pie 19y me dijo:
‘Voy a explicarte lo que va a pasar cuando termine el tiempo de la ira de Dios, pues la visión se refiere al tiempo del fin.
20‘El carnero con dos cuernos representa a los reyes de Media y de Persia. 21El chivo es el rey de Grecia,#8.21 Grecia: lit. Javán, forma hebrea de la palabra jonio, con la que se designaba a los griegos que habitaban en la costa occidental de Asia Menor y que estuvieron sometidos a los persas. Luego, por extensión, se usó esa palabra para referirse a toda Grecia. Cf. Gn 10.2. Véase Grecia en el Índice de mapas. y el gran cuerno que tiene entre los ojos es el primer rey. 22Los cuatro cuernos que salieron al romperse el primer cuerno significan que de esta nación saldrán cuatro reinos más, aunque no con el poder del primero.
23‘Cuando el dominio de estos reinos llegue a su fin
y las maldades hayan llegado al colmo,
un rey insolente y astuto ocupará el poder.
24Llegará a ser poderoso,
pero no con su propio poder;
destruirá de manera increíble
y triunfará en todo lo que haga.
Destruirá a hombres poderosos
y también a muchos del pueblo de Dios.
25Por su astucia,
sus engaños triunfarán.
Se llenará de orgullo,
y a mucha gente que viva confiada
le quitará la vida a traición.
Hará frente al príncipe de príncipes,
pero será destruido por él.
26‘La visión de las tardes y las mañanas te ha sido revelada, y es verdadera; pero tú manténla en secreto,#8.26 Manténla en secreto: Cf. Dn 12.9. pues se cumplirá cuando haya pasado mucho tiempo.’
27“Yo, Daniel, sentí que me faltaban las fuerzas y estuve enfermo varios días. Después me levanté y seguí atendiendo los asuntos del gobierno de la nación. Pero estaba muy preocupado por la visión que había tenido, pues no podía comprenderla.
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