HECHOS 8:6-13
HECHOS 8:6-13 DHHE
La gente se reunía y escuchaba con atención lo que decía Felipe, viendo las señales milagrosas que hacía. De muchas personas salían gritando los espíritus impuros, y muchos paralíticos y cojos eran sanados. Por esta causa hubo gran alegría en aquella ciudad. Había allí un hombre llamado Simón, que ya de antes practicaba la brujería y engañaba a la gente de Samaria haciéndose pasar por alguien importante. Todos, del más pequeño al más grande, le escuchaban atentamente y decían: “Este es el que llaman ‘el gran poder de Dios’.” Y le hacían caso, porque con sus brujerías los había engañado durante mucho tiempo. Pero cuando creyeron en la buena noticia que Felipe les anunciaba acerca del reino de Dios y de Jesucristo, hombres y mujeres se bautizaron. El mismo Simón creyó y se bautizó, y comenzó a acompañar a Felipe, admirado de los grandes milagros y señales que veía.