2 SAN PEDRO 2:3-9
2 SAN PEDRO 2:3-9 DHHE
En su ambición de dinero os explotarán con falsas enseñanzas; pero la condenación los espera sin remedio, pues desde hace mucho tiempo están sentenciados. Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los arrojó al infierno y los dejó en tinieblas, encadenados y guardados para el juicio. Ni tampoco perdonó Dios al mundo antiguo, sino que mandó el diluvio sobre aquellos hombres malos; salvó solamente a Noé, que predicó una vida de rectitud, y a otras siete personas. Dios también condenó a destrucción a las ciudades de Sodoma y Gomorra, quemándolas hasta dejarlas convertidas en cenizas, para que sirvieran de advertencia a la gente malvada que habría de venir después. Pero libró a Lot, hombre justo a quien afligía la vida viciosa de aquellos malvados. Este hombre justo que vivía entre ellos, sufría en su buen corazón a causa de las maldades que día tras día tenía que ver y oir. El Señor sabe librar de la prueba a quienes viven entregados a él, y sabe tener a los malos bajo castigo para el día del juicio.